Por: Paula Lorena Rodríguez Vidarte.
Andrea Murcia, ingeniera de sistemas y docente del colegio Delia Zapata, ubicado en la localidad de Suba, llegó a la educación por otros caminos, luego de comprender que entre las problemáticas más grandes de nuestra sociedad son la indiferencia y la falta de empatía hacia los animales. Trabajó con el Distrito como docente de informática, luego llegó al Colegio Delia Zapata, donde fijó como uno de sus objetivos basarse en un enfoque social, para a través de lo pedagógico incentivar una transformación social y cultural.
Murcia tiene maestría en educación y comunidad, y uno de sus proyectos con amplia visión, es el refugio para animales Amigos de Cuatro Patas, proyecto que surgió hace 10 años, reconocido como el primer refugio para mascotas en Colombia.
Paula Rodríguez. (PR). ¿Por qué surge la idea de iniciar un proyecto que les dé refugio y protección a animales?
Andrea Murcia. (AM). En 2010 este proyecto surgió como una idea en clase de tecnología, donde se abordaba el tema de las problemáticas tecnológicas, el daño que el hombre le ha hecho al medio ambiente y el abandono y abuso contra los animales. Bajo esa sensibilización los estudiantes empezaron a contar experiencias, a explicar cuán afectada se ve la localidad por este abuso, pero más allá de pensar en la problemática, se pensó cómo se podía ayudar a estos animales y mejorar su calidad de vida, brindándoles amor y protección. Al otro día, los estudiantes llegaron al Colegio con animales dentro de sus chaquetas y maletas para que les prestaran cuidado, los chicos llevaban alcancías para donar, y los animalitos se fueron curando y luego fueron dados en adopción, actividad que se mantuvo durante seis meses, hasta el día cuando la directora se dio cuenta, que no estaba de acuerdo con este proyecto, que aún no tenía nombre.
En 2011 se realizó una actividad que tenía como objetivo escribir las experiencias más significativas durante ese año, y la propuesta del refugio ganó el concurso. Entonces la directora se animó, apoyó el proyecto y permitió que siguiera. Luego de eso fue posible abrir otra sede de refugio en la misma localidad, y de ahí en adelante pasaron cosas muy buenas, todo fue mejorando dentro de esta obra.
PR. ¿Por qué fomentarlo en el aula de clases como proyecto de aula?
AM. Sí tiene un enfoque pedagógico, una opción para que los niños transformen su realidad y se enfoquen en algo distinto a ellos; cuando se mira y se ayuda al otro se forman lazos de empatía que forjan un carácter; hay muchas clases de pedagogía, pero de las más importantes es la pedagogía del amor, que como maestros debemos enseñar. El hecho de cuidar, proteger y responsabilizarse de un animal que ha sido vulnerado, ayudará a la persona a ser mejor, entendiendo el hecho de que yo también he sido vulnerado como niña, niño, joven. Nosotros hacemos un proceso de sanación física y afectiva, y a su vez estos animales realizan su función sanadora.
Amigos de Cuatro Patas hace parte de un proyecto de ciudadanía y convivencia que busca afianzar en la niñez y adolescencia, respeto, amor por la naturaleza y animales, por la sana convivencia entre especies, crear lazos de afinidad; se les enseña a los estudiantes que así no se ame a los animales se les debe respetar.
PR. ¿Cuál fue el primer encuentro y ese rescate que motivó a que surgiera la idea?
AM. El primer encuentro fue con Micky, un perro que estuvo desde el principio de este proyecto. Micky fue encontrado con su hocico cosido, siempre permaneció en el refugio mientras otros pasaban. Su muerte fue compleja, lo enterramos y se realizaron actos simbólicos en su nombre. Cuando murió, los niños se percataron de lo valioso que es un animalito y el dolor que puede causar su partida. Micky fue la marca fuerte de este proceso porque representó la realidad de la vida, el estar y morir, contando que la muerte para todos, más para los niños, es fantasía. Le hicieron cartas, lo recuerdan tanto, que en una actividad pusieron una matera y la estatua de Micky en la mitad; cuando les pregunté qué significaba, respondieron: “Micky es el guerrero, la tierra es donde hemos enterrado los animalitos que ya no nos acompañan y la flor que sembramos es la esperanza que tenemos de salvar a muchos más”. Esto significa que la muerte es fuerte y dolorosa, pero también es una oportunidad para generar vida y conciencia.
PR. ¿Cómo es la relación y cómo se conectan los estudiantes para la ejecución de este proyecto?
AM. En primaria estamos implementando la Cátedra Animalista, una opción para LOS estudiantes de primero a cuarto que quieran participar. Por medio de guías trabajamos el respeto a la vida, al agua y a la naturaleza; cómo tener un animal en buenas condiciones; de quinto a once Es opcional para quien quiera estar, pueden cuadrar su horario como quieran y así participar. Unos apoyan con redes sociales, otros van al refugio a hacer aseo; también contamos con el apoyo del servicio social, ya reglamentado, que busca que se cumpla este servicio de ayuda a los amigos de cuatro patas.
PR. ¿Qué estrategias didácticas o de aula se implementan para promover este proyecto?
AM. A parte del servicio social y de la cátedra animalista, está el voluntariado, que aplica para niños menores de edad o que ya cumplieron su servicio social, que busca el cuidado de animales, así como implementar capacitaciones de cómo atenderlos y demás temas con respecto a un cuidado animalista.
PR. ¿Cuál es el propósito pedagógico del trabajo de campo?
AM. La práctica está ligada a la esencia del proyecto, el hecho de asistir día a día para hacer un trabajo en vivo y en directo del cual depende la vida de un animal, es la práctica total del proyecto Amigo de Cuatro Patas. Sin embargo existen otras actividades como la consecución de recursos, la planeación de actividades, el compromiso pedagógico y personal, la elaboración de correas con residuo textil que se venden para que los recursos sean utilizados para el cuidado de los animales. El hecho de que los chicos preparen un discurso para dirigirse a la comunidad como acto responsable y que ayude a la sensibilización sobre los animales y amigos de compañía, es una herramienta importante dentro del proyecto, debido a que es una estrategia visual y de medios.
PR. ¿Cómo los estudiantes han visualizado y realizado este proyecto?
AM. En este momento hay un grupo base que apoya la asistencia, rescate y limpieza, y hay otros que desde casa gestionan reciclaje; otra forma de ayudar no menos importante, consiste en escoger elementos para reciclar, llevarlos al colegio para venderlos y lograr que los perritos tengan su alimento.
PR. ¿Cómo es un día a día en el refugio, qué métodos de cuidado se utilizan para estudiantes y mascotas?
AM. Un día a día, consiste en que los estudiantes llegan al colegio, utilizando los elementos de bioseguridad obligatorios como guantes y tapabocas; entran al refugio, recogen y limpian los desperdicios de los animales, mientras otros estudiantes les dan un paseo por el colegio; antes eran paseos por la localidad, pero por la pandemia tuvimos que implementar otras estrategias. Al terminar estas dos tareas llega el momento de darles la comida y los medicamentos, asear los alrededores del hogar de paso, cortar las plantas, y si se tiene que lavar cobijas los estudiantes lo hacen, se baña a algunos animalitos si es necesario, básicamente ese es un día en el refugio.
PR. ¿Cómo se maneja el método de donación en el refugio?
AM. Una vez a la semana, a través de redes sociales, los estudiantes del Colegio Delia Zapata se reúnen y se dan a la tarea de recolectar los materiales e implementos necesarios para el uso en el refugio; algunos docentes y gran parte de la comunidad se unen a la causa, donando alimentos y cobijas.
Andrea Murcia insiste en la importancia de la implementación de la cátedra animalista en las instituciones de educación, porque permite la construcción de una consciencia social.