El cine colombiano y sus protagonistas toman cada vez más riesgos en la búsqueda de nuevas audiencias, que irónicamente acude a géneros más comerciales y cercanos a un público en general, pero es más llamativo que se haga con gran calidad.
El director colombiano Julio César Gaviria no es un recién llegado al mundo audiovisual, pues cuenta con más de 15 años de experiencia dirigiendo comerciales, documentales y cortometrajes para grandes plataformas como Paramount, Netflix y HBO.
Uno: entre el oro y la muerte, es un thriller dirigido con suficiencia, con una estética llamativa y de aspectos técnicos limpios. Llama la atención su buen uso de los recursos cinematográficos y la manufactura tan familiar con respecto al buen cine comercial, pero en este caso, al servicio del cine colombiano.
La cinta cuenta la historia de Esmeralda (Marcela Mar), una mujer decidida a descubrir la verdad detrás de la tragedia que destruyó a su familia, que se embarca en una búsqueda desesperada que la lleva a desenterrar los secretos más oscuros de La Alameda, una pequeña comunidad minera en Colombia.
Desde que inicia la cinta, Gaviria tiene claro que quiere imprimirle una estética atractiva a la imagen, llevando el ritmo de sus personajes y cómo se van incluyendo en una trama que se echa al hombro Marcela Mar.
Con un destacado diseño de producción de Camila Agudelo y una versátil dirección de fotografía de Pablo Tobón, Uno: entre el oro y la muerte sostiene un buen ritmo que la hacen atractiva, con personajes que van revelando sus intenciones y su parte en la trama, logrando una narrativa equilibrada.
Las actuaciones de los personajes son creíbles y se sienten coherentes con las subtramas que proponen temas como la explotación minera abusiva de parte de multinacionales, la problemática con las tradiciones mineras de los locales, los graves problemas ambientales que esta labor le provoca a la naturaleza y la intención de resolver un asesinato, como un buen thriller.
Datéate Radio habló con el actor Juan Pablo Urrego sobre la película y el cine nacional.
Datéate Radio habló con su director Julio Cesar Gaviria sobre la película y su lenguaje audiovisual.
Uno: entre el oro y la muerte continúa involucrando al cine nacional en un mercado más visible y competitivo, gracias a su buena dirección y temática atractivas para un público mayor que necesita de estas historias, que en mi opinión se ha ganado la oportunidad de que las audiencias que lo estereotipan regresen a las salas, y que los jóvenes sigan consolidando esta positiva transformación.
Una cinta que entretiene y que propone aumentar los estándares de calidad del cine colombiano con historias más cercanas a un público general, pero sin sacrificar las problemáticas que marcan la realidad del país. Juzguen ustedes.