Vermont, es uno de los cincuenta estados que hace parte de la Unión Americana. Está ubicado al noreste del país y su capital es Montpelier, y aunque Trump se ha declarado en contra de los inmigrantes, porque según él, se trataría de criminales y abusadores sexuales; Vermont parece contradecirlo.
La economía de esta región estadounidense se ha visto estancada en los últimos años, debido a dos problemas principales, y no son los inmigrantes: no tiene suficiente gente para realizar los trabajos que se requieren para la dinamización de su economía, y no sabe cómo atraer personas que pertenezcan a una raza diferente, puesto que en este basto territorio, la población blanca actual supera el 95%.
Debido a las políticas restrictivas de la administración Trump, cada vez menos refugiados, e inmigrantes trabajadores que integran la gran demanda de mano de obra, pueden ingresar a ese país.
En la historia
Estados Unidos es uno de los grandes países que desde su fundación, necesitó manos trabajadoras de ciudadanos provenientes de muchos países. Sin embargo, bajo la actual administración, las cantidades de inmigrantes que desean ingresar al país del norte, en busca del “sueño americano”, se encuentran con cercas eléctricas y muros que impiden que los “violadores y asesinos”, como son considerados por el primer mandatario, cumplan dicha aspiración.
Pero contrario a las políticas de exclusión de Trump, Joan Goldstein, comisionado del Departamento Económico de Vermont, dijo que desde ya se está trabajando por implementar nuevas políticas migratorias que logren atraer nuevas personas a este estado.
Vermont, un estado que se había caracterizado en épocas anteriores por atraer a su territorio hombres blancos y heterosexuales, ahora abre sus fronteras e implementa nuevas regulaciones para que los inmigrantes interesados en alcanzar su “sueño americano”, logren tal hazaña.
Entre las estrategias implementadas por este estado, para atraer nuevas personas se encuentran, los incentivos económicos para aquellas personas que se lleguen a poblar las partes más remotas del estado.
Según Goldstein, la estrategia ha mostrado resultados positivos, y afirmó que desde ya se han venido recibiendo las primeras solicitudes de personas fuera de Estados Unidos, quienes están interesadas en viajar a este territorio.
Hasta el momento más de 26 personas han calificado para el recurso económico, pero por no pertenecer a refugiados o inmigrantes, no han sido tenidos en cuenta.
Para Goldstein, el hecho de que las solicitudes no correspondan al tipo poblacional solicitado, obedecería a las barreras instauradas por Trump, en contra de estas personas.