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Vuelve la aspersión y la polémica

El anuncio sobre la reanudación de la aspersión aérea genera una polémica sobre las implicaciones de este proceso de erradicación en las comunidades.

El pasado 27 de octubre, el Ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo afirmó que combatirá los cultivos ilícitos mediante la aspersión aérea, a pesar que el programa de erradicación manual ha limpiado 98.056 hectáreas de coca durante el 2020.

“Colombia necesita reiniciar la aspersión. Esto es para determinar le número de hectáreas de cultivos ilícitos que se van erradicando y le da mucha confiabilidad a lo que se hace”, afirmó Trujillo a la revista Semana.

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Por otra parte, las comunidades y opositores de la aspersión argumentan que la decisión del ministro no es viable porque los químicos afectan la salud de la población, no soluciona los problemas económicos de los campesinos y lo único que esto genera es que los cultivos se planten en otras zonas, llevando la violencia a otras poblaciones.

“Históricamente, ha sido una estrategia fallida; Se requiere un enfoque totalmente diferente, donde los campesinos tengan otras oportunidades”, afirmó Luis Castro, senador del Partido Verde cuando se debatió el proyecto de aspersión aérea en abril de este año.

Sobre el programa de erradicación manual

En el año 2004, se creó el programa de erradicación manual de cultivos ilícitos para contrarrestar el incremento de estas plantaciones ilegales en zonas de economía campesina sin tener que acudir a la aspersión aérea que causa daños ambientales y producen problemas dermatológicos, respiratorios, oculares, hormonales, anormalidades durante la gestación y abortos.

Además, este programa posibilita que campesinos y desmovilizados (apoyados por la fuerza pública), obtuvieran una remuneración económica por esta labor, se reincorporaran a la vida civil y generaran un beneficio social positivo para el país.

Sin embargo, el programa todavía tiene algunas dificultades relacionadas con el presupuesto, transporte, seguridad, infraestructura, equipo necesario y principalmente la oposición de las comunidades, quienes no permiten la erradicación porque ven en los cultivos ilícitos un ingreso económico mayor al de los cultivos legales o sienten miedo de que los narcotraficantes tomen represalias contra ellos por permitir la erradicación.

Manejo de operaciones de aspersión aérea propuesto por el gobierno

Según el Plan de Manejo ambiental del Ministerio de Justicia, la aspersión aérea con herbicidas se realizará en tres fases: detección de cultivos ilícitos a asperjar, aspersión y verificación.

Entre las disposiciones para la aspersión, se especifíca que la altura de vuelo máxima para la aspersión debe ser 50 metros. También, que la cantidad de litros de glifosato depende del cultivo; 10.4 por hectárea de coca y 2.5 por hectárea de amapola.

Y explican que en caso de cultivos raspados o cosechados, lluvias en el área, nubosidad en el suelo, dudas sobre el cultivo a asperjar, ataques contra la aeronave, daños en los equipos de aspersión y personal enfermo.

¿Qué dicen los opositores?

Juanita Goebertus considera que el gobierno no tiene la capacidad para realizar este procedimiento, porque no se han tenido en cuenta las condiciones necesarias para su realización, ni los incentivos económicos para apoyar a los campesinos después de la aspersión.

“Hasta el momento el Gobierno no ha cumplido con las condiciones establecidas por la Corte Constitucional para el regreso de la aspersión aérea”, afirmó Goebertus al periódico El Tiempo.

Por su parte, la Estefanía Ciro, investigadora experta en temas relacionados con cultivos de coca asegura que la aspersión no es la solución al problema de los cultivos ilícitos, sino que es la economía y el plan de desarrollo nacional el que debe ofrecer incentivos e interesarse por la producción agrícola para que los campesinos no se vean obligados a sembrar este tipo de cultivos.

“Los cultivos de marihuana, coca y los pocos de amapola responden a un proceso de exclusión, desigualdad y pobreza crónica del campo colombiano, de la imposibilidad del Estado y la sociedad de pensar un campo digno, autosuficiente y soberano”, afirmó Ciro a Mongabay Latam.

| Nota del editor *

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