Desde el balcón de la basílica de San Pedro, el Papa Francisco hizo un urgente llamado a poner fin a las operaciones militares en Gaza y a la liberación de rehenes, abogando por un enfoque decisivo de la cuestión palestina en su mensaje navideño.
En un discurso que abordó los conflictos globales, el Papa expresó su deseo de paz para Israel y Palestina, extendiendo un abrazo especial a las comunidades cristianas en Gaza y en toda Tierra Santa.
Subrayando su solidaridad con las víctimas de un execrable ataque en octubre pasado, el Pontífice renovó su llamado a la liberación de rehenes y suplicó el cese inmediato de operaciones militares, haciendo hincapié en las impactantes consecuencias para los civiles inocentes y la necesidad apremiante de asistencia humanitaria.
En un tono reflexivo sobre la ciudad de Belén, donde nació Jesús, el Papa destacó la luz divina en medio de la oscuridad del mundo. Abogó por el fin de los conflictos en Ucrania, Siria, Yemen y la península coreana, instando a la detención de la fabricación de armas y criticando la asignación excesiva de fondos públicos a la maquinaria bélica.
El Papa imploró la paz para Ucrania y llamó a la resolución del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán mediante iniciativas humanitarias y el retorno seguro de los refugiados. Expresó su preocupación por los conflictos en el Sahel, el Cuerno de África y otras regiones, abogando por el diálogo y la reconciliación para alcanzar una paz sostenible.
Concluyendo, Francisco hizo un apasionado llamamiento a los “hombres de buena voluntad” en el continente americano para abordar los conflictos sociales y políticos, combatir la pobreza, reducir las desigualdades y enfrentar los desafíos que plantean preocupación.