La sociedad brasilera esta indignada, después de saber de un desfile de niños, niñas y adolescentes que se le promocionaba ante un público para ser adoptadas. AMPARA y la Orden de Abogados de Brasil, organizadores buscaban exhibirlos ante un público que según ellos, eran potenciales adoptantes, aún las críticas no se hicieron esperar.
Para algunos sectores sociales y medios de comunicación, el evento se comparo con una feria de exposición de animales, como sucede en el sector de mascotas o en el de ganadería.
En esta ocasión se realizó en un afamado centro comercial Pantanal, de Cuiabá, la capital del Estado de Mato Grosso, con la finalidad de “dar visibilidad a los niños y adolescentes que cumplen con los requisitos para ser adoptados”. La Secretaría Nacional de los Derechos de los Niños y Adolescentes expresó, sin embargo, su “preocupación” por ese tipo de actividad.
Entre tanto, la presidenta de la Comisión de Infancia y Juventud de OAB, Tatiane de Barros Ramalho, ve lo sucedido como una nueva ‘oportunidad’ que tuvieron los huérfanos para ser adoptados, todo esto en el marco de la Semana de la Adopción. “Es una noche para que potenciales padres adoptivos conozcan a estos niños y adolescentes. La gente puede tener más información sobre la adopción y los chicos tendrán un día especial en el que se arreglarán para esta pasarela”
Y aunque muchas personas están en desacuerdo con este tipo de practicas, Julo Resende, miembro de una de las familias que asistieron al evento escribió en las redes sociales, “esos desfiles permitieron cambiar la vida de muchos niños”.
Después de estos hechos, la OAB de Mato Grosso afirmó en su página de Facebook que su objetivo nunca fue presentar niños para lograr la adopción, aunque no descartó que dos de los jóvenes que participaron en una edición previa fueron adoptados posteriormente.
Según cifras de la Agencia Nacional de Adopción, más de 9.500 menores están a la espera de ser adoptados, en una población víctima de la violencia en todas sus manifestaciones.
Por ahora las criticas de los ciudadanos comparan el evento con el tiempo de la esclavitud y otra forma de violencia institucional contra los menores.