Por: Juan Sebastián Cardona, Maria Paula Barragán y Reichell Ávila
Dos potencias mundiales que establecieron su amistad a comienzos de la primera mitad de los años 50, que constituyeron como “una amistad sin límites”, que en este 2024 cumplió su aniversario 74, una relación que ha estado mediada por disputas ideológicas, distanciamientos, reconciliaciones y que ha derivado en enfrentamientos.
Esta historia es accidentada: durante décadas la Ex Unión de Repúblicas Soviéticas (URSS) y China fueron los dos grandes representantes del comunismo en la segunda mitad del siglo XX en el mundo. Sin embargo, pese a sus cercanías ideológicas, se enfrentaron en la interpretación de este modelo de administración del Estado y sus doctrinas, sin dejar de lado su influencia mundial.
Esta relación se remonta a 1950 cuando Mao Zedong viajó a la URSS por primera vez. Stalin lo obligó a esperarlo a las afueras de Moscú durante varias semanas, hasta que aceptó reunirse con él. Esta reunión se daría por los días cuando Mao ya era el Secretario General del Partido Comunista chino (PCC), cuya fundación se remonta a mediados de 1921. que se instauró en el poder luego de la guerra civil en este país asiático, que sucedió entre 1927 a 1936, que luego se reanudaría por 4 años entre 1945 a 1949.
En el contexto de la Guerra Fría, Rusia vio en China un país que empezaba a compenetrarse con la idea comunista, y por ende en un aliado perfecto para contrarrestar la influencia de Estados Unidos, y de paso, difundir sus ideas mediante la conformación de un bloque socialista en su parte de influencia en Asia. Esta perspectiva no era distante de los ideales de Mao. que, además necesitaba reconstruir un país que había estado envuelto en años de lucha contra los japoneses y su guerra civil, y por tanto la ayuda soviética era un pilar fundamental.
Al principio esta relación no estuvo desprovista de tensiones, puesto que cuando Mao intentó acercarse a su colega soviético, no obtuvo una respuesta temprana. “Mao no estaba contento por cómo había sido tratado por Stalin, que lo había sometido a una larga espera, y que además no le había dado a China todo lo que este país le pedía”, afirma el profesor de política china de la Universidad de Cambridge, William Hurst, en charla con BBC Mundo.
La muerte de Stalin en 1953 significó la llegada al poder de Nikita Jrushchov en la URSS, QUE traería consigo una serie de cambios en la radicalidad y excesos estalinistas que: “se acercaría a algo como el socialismo de mercado”, como indica Hurst. Para Mao, el comunismo era todo lo contrario, y esto terminaría en el desencadenamiento del Gran Salto Adelante, cuyo propósito central era la eliminación de la cultura tradicional china, por considerarla como una especie de ideas que contaminaban los ideales comunistas, medida que como muestra la historia, sería un gran error porque provocó la muerte de millones de personas por hambre en razón de la destrucción del aparato agrícola, periodo conocido como La gran crisis, en el que los esfuerzos de la mano de obra se centraron en la producción de acero.
Un hecho lo cambiaría todo: La caída de la URSS en 1991 haría que el tablero de la política global volviera a organizarse. El fortalecimiento de las relaciones entre chinos y estadounidenses en algunos frentes, y la entrada de Rusia al capitalismo, significó una creciente desconfianza entre los líderes del PCC. No obstante, esto no impediría que en 2001 Rusia y China reafirmaran su amistad mediante El Tratado de Buena Vecindad y Cooperación Amistosa.
Moscú se convirtió entonces en el socio fundamental de Pekín, tanto que durante los recientes 20 años la ha proveído de una gran cantidad de desarrollo tecnológico en campos como la aeronáutica y el flujo energético, Lo que lleva al punto clave: la cooperación para el desarrollo de armamento mediante el uso de IA.
Alianzas estratégicas
China, Rusia e Irán han sido socios estratégicos en el campo militar, pues para China esta alianza tripartita le ha servido para ejercer presión diplomática y política en Oriente Medio y en Asia Central, de donde recibía en 2016 el 50% de petróleo y gas para el funcionamiento de su economía. Este tratado fue firmado por los tres países en 2014 en la Conferencia de Interacción y Medidas de Confianza en Asia (CICA), por sus siglas en inglés. Sin embargo, para 2024 el principal proveedor de petróleo de China es Rusia, según datos de la Administración General de Aduanas de China publicado el 20 de enero de 2024 y citado en un informe por CNN Español ese mes.
Dos altos funcionarios del gobierno de Joe Biden, que hablaron de incógnito con INFOBAE, dijeron que: “para 2023 al rededor del 90% de la microelectrónica de Rusia procedía de China, QUE el Kremlin ha utilizado para fabricar misiles, tanques y aviones, lo que aumenta la amenaza de esta alianza para Europa”. Según señalaron funcionarios estadounidenses a RTVE, medio español: “China está apoyando el esfuerzo bélico de Rusia en Ucrania para que Moscú intensifique su producción de defensa a través de la cesión de tecnología y armamento”.
Por su parte, Janet Yellen, Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, le dijo a INFOBAE: “Seguimos preocupados por el papel que cualquier empresa, incluidas las de la República Popular China (RPC), están desempeñando en las adquisiciones de material bélico de Rusia”, y agregó: “Subrayé que las empresas, incluidas las de la RPC, no deben proporcionarle apoyo material a la guerra de Rusia con Ucrania porque se enfrentarán a importantes consecuencias si lo hacen, así como cualquier banco que facilite transacciones significativas que canalicen bienes militares o de doble uso a la base industrial de defensa de Rusia porque, se exponen al riesgo de sanciones estadounidenses”, finalizó.
Por esta razón la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN), advirtió que Rusia es una amenaza crónica para Europa y el mundo, mensaje que fue replicado por el general estadounidense Chirstopher Cavoli a través de un comunicado publicado por el Departamento de Defensa de su país; donde expresó su preocupación por el eje que une a Rusia, China, Irán y Corea del Norte para desafiar el orden existente, asegurando que esas alianzas fortalecen al presidente Ruso Vladimir Putin, pues: “Rusia no tiene ganas de parar y está acabando con ciudades y vidas inocentes a una escala que no se había visto desde la segunda guerra mundial”, declaró Cavoli.
Posición de otros países
La cercanía entre Rusia y China llevó a Estados Unidos a buscar alianzas, razón por la cual celebró una cumbre con Japón, Filipinas y a Alemania, que, aunque no estuvo en esa cumbre, es uno de sus miembros. En esta reunión se habló de soluciones alternas sobre las tensiones en Asia, respecto de lo cual France 24 señaló: “El presidente estadounidense, Joe Biden, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, revelaron planes de cooperación militar y proyectos, que van desde misiles hasta alunizajes”.
El anuncio se produjo el miércoles 10 de abril, durante la visita de Estado de Kishida a Estados Unidos, que recibió los honores que Washington reserva para sus aliados más cercanos. En declaraciones conjuntas los dos mandatarios reafirmaron el motivo de su alianza que tiene como uno de sus objetivos centrales contrarrestar el poder armamentístico de China y sus aliados.
Según Estados Unidos, China le proporciona a Rusia materiales para armas como misiles, tanques, aviones, entre otros. Por su parte Rusia recibe apoyo satelital de China, que incluye inteligencia de una red geoespacial, que cuenta con datos que van desde satélites hasta sensores móviles, estaciones de control terrestre e imágenes aéreas, datos que se utilizan para producir mapas y simulaciones en tiempo real. En este intercambio China recibe petróleo y carbón a precios reducidos. Si bien China ya es una potencia armamentística, ahora con la cooperación de sus aliados es más potente. La alianza entre estos dos países que se pactó hace casi tres cuartos de siglo ha tenido sus altibajos, y en la actualidad el mundo permanece a la expectativa de lo que pueda surgir de esta unión sin precedentes para la producción de armas.
