La libertad de culto y de fe religiosa, por lo menos en Colombia, esta garantizada desde La Constitución, sin embargo, en la práctica hay sectarismo, discriminación y maltrato. Esta realidad se vive con mayor o menor intensidad en el mundo y se ha cuestionado en los últimos años de manera especial frente a los hechos, dado que en algunos territorios es tolerada la tortura y el asesinato en personas o comunidades, sin que por ello asuman penas ante la justicia.
En pleno siglo XXl los hechos de agresión se justifican en la interpretación que se hace de libros sagrados, donde se confunde lo escrito con lo descifrado, y se genera un profundo sentimiento de ‘cooperación’ con sus ideologías, arremetiendo contra personas que no practican sus mismas creencias y posiciones políticas.
Según un informe emitido por la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre, se puede apreciar la situación de persecución y discriminación religiosa en el mundo, donde 178 millones de cristianos viven en países donde hay discriminación, y 327 millones viven en países donde hay persecución, es decir, 1 de cada 5 cristianos en el mundo, viven en países en los que padecen de persecución o discriminación.
Desde el derecho internacional, la libertad de culto esta contemplada en el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos el cuál enuncia, “toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencias y de religión: este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observación”, al parecer, este derecho esta siendo negado con consecuencias criminales en la mayoría de los casos.
Por otro lado, la noticia alentadora del informe hasta 2018, es la evolución en positivo de la libertad religiosa en Siria e Irak, y aunque la seguridad no está del todo establecida, los cristianos desplazados han podido retornar a sus hogares en una condición estable.
Un ejemplo de esto es el reto que asume la comunidad de Irak, para crear y mantener la convivencia entre cristianos y musulmanes y así contribuir con la causa de poder reconstruir una sociedad destrozada por la guerra, las políticas extranjeras y el poder sin límite de sus verdugos, la misma que ha sido responsable de tanta discriminación y actos violentos cometidos a lo largo del tiempo.
La libertad de culto en Colombia es un derecho, que implica responsabilidades con las personas o comunidades que no profesan la misma religión, o los que simplemente se reconocen como no creyentes o ateos.