En el mundo y en específico en nuestro contexto Colombiano existe la necesidad de transformar la vida de hombres y mujeres de diversas maneras, es por ello que los estudiantes de hoy en día optan por tomar caminos en los que demuestran vocacionalmente su interés y asumen la responsabilidad por actuar en pro de los demás u otros que sencillamente optan por el camino del crecimiento y el bien individual, sin preocupación alguna por si el otro carece o necesita alguna cosa. Sin embargo, es evidente que debe haber una trasformación que primero convoque al cambio en el pensamiento de las personas, para así generar un impacto que trasforme poco a poco la sociedad.
UNIMINUTO es una institución universitaria que trata de manera valiosa el aspecto de lo social, abarcando la importancia de brindar tipos de educación, formación y cuidado de los estudiantes, docentes, trabajadores, niños, jóvenes, adultos en condiciones de escasez, discapacidad, enfermedad, o simplemente personas que quieran acceder a un ámbito de crecimiento y desarrollo profesional acorde a sus formas de vida, entre otros más. Por éstas razones es que en la corporación Universitaria apunta al bienestar de sus integrantes y de sujetos que necesitan ayuda, por eso incluye una práctica en responsabilidad social, la cual es requisito para todos los estudiantes, aún así, aunque parezca una obligación, la mayoría de chicos y chicas cambian su visión después de haberla vivido.
En éste programa se integraron la visiones y experiencias de estudiantes con diferentes formaciones académicas y laborales, a saber, Valentina Herrera, Jefferson Dejoi, Cristina Beltran, Andrea Gutierrez, Karen Cortés y Valkiria Bernal, quienes tuvieron la oportunidad de vivir un proceso con niños y niñas de la fundación Laudes Infantis, ubicada en sector de Ciudad Bolívar, esto con la pretensión de ir como jóvenes gestores de paz mediante el proyecto de filosofía para niños, forjando no sólo una experiencia para los involucrados de la comunidad, sino también posibilidades de aprendizaje, de creación de vínculos, de apoyo y ayuda, de cambio y sobre todo de responsabilidad social. Nuestros invitados nos comparten que sus experiencias fueron tipos de alternativas que lograban construir caminos, para ayudar a los estudiantes a desconectarse de esa horrorosa realidad que vivieron o viven día a día y tristemente seguirán viviendo por algún tiempo o hasta su muerte.
¿Es posible considerar la paz siendo jóvenes que no han tenido vínculo con la guerra? A partir de la experiencia de los diferentes estudiantes en Laudes, pensaba en la pregunta respecto al cómo poder hacer que los niños, niñas o en sí los sujetos que han vivido toda su realidad inmersos en situaciones difíciles, puedan acercarse a la paz, generar la paz, si el mensaje muchas veces es transmitido por personas que no han tenido relación alguna con el verdadero sufrimiento en las calles, en los campos, etc. Esto hace considerar que, los humanos seamos de la raza, el género, el nivel socio-económico y demás, deberíamos poder reconocer y visibilizar a los otros en éste tipo de realidades, puesto que, la costumbre de los colombianos es crear prejuicios del otro y de lo otro, pero no existe la capacidad de asumir la vida de alguien diferente para así poder criticarla negativa o positivamente constructivamente. Es por ello que los practicantes se encontraron con una realidad maravillosa, diferente, llena de arte, de vitalidad y amor, porque a pesar de las circunstancias la sensibilidad de un alma joven puede llegar a producir esa tan anhelada paz, que en un principio se quería construir y aunque nos queda mucho en duda, el seguir estos senderos de siembra y cultivo siempre aportara al corazón colombiano, con días buenos y días malos.
Conducido por Alejandro Montaño y Valkyria Bernal (Estudiante de Pedagogía Infantil)