Cuatro o cinco años que demora el cumplimiento del pénsum en Comunicación Social y el Periodismo, pueden parecer toda una vida. Si. Porque es el tránsito de la adolescencia o la primera juventud, a la cercanía a la adultez.
Porque los imaginarios se vulneran de acuerdo con los énfasis que imparten los profes. Porque el desarrollo de las materias no siempre cumple con el sueño inicial. Porque la amplia difusión de los deportes se convierte muchas veces en la puerta que luego los conduce hacia otros caminos.
Es la conclusión básica del diálogo sostenido en Espacio de Opinión, un programa de la Franja Voces en Movimiento, con un grupo de estudiantes que cursan desde primer semestre, a noveno.
Steven Agudelo acaba de entrar: lleva una semana de clases. Diego Morales, está en prácticas de noveno semestre. David Blanco se inclinó por el audiovisual y es Community Manager de Uniminuto Radio; Camila Guerrero cursa séptimo semestre, y Camila Palencia, sexto.
Con frecuencia, y motivados por las luces, los viajes, los brillos que impulsa el cubrimiento deportivo fijan su norte en esta área, pero con frecuencia van cambiando sus sueños, sus miradas, sus perspectivas. Y, en paralelo, compartieron críticas con base en sus percepciones a lo largo de los semestres.
En el siguiente diálogo conocimos las experiencias de este grupo de chicas y chicos, en una carrera que debe -sin duda- cualificarse cada vez más porque su función -la de formar opinión- es fundamental.
Es fundamental en la construcción de país. Un propósito que incita a preguntar con insistencia a los jóvenes: ¿Cómo será tu aporte en el país en el que seguramente, vas a envejecer?.
A continuación la conversación con los cinco estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Comunicación Social, y al fondo Mercedes Sosa, interpretando Que vivan los estudiantes, pajarillos libertarios: