Por: Germán Andrés Vargas Castelblanco
Son varias las ciudades en el mundo que cuentan con metro, sistema de transporte que ha contribuido a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, porque reducen considerablemente los tiempos de desplazamiento. Estos sistemas están presentes en ciudades como Nueva York, Paris, Madrid y Roma. Londres fue la primera ciudad en el mundo en contar con un metro cuya inauguración se remonta a 1863.
En Latinoamérica, Ciudad de México inauguró el metro el 4 de septiembre de 1969 entre las estaciones Chapultepec y Zaragoza, tramo que tenía 16 estaciones y 12.6 kilómetros de longitud. El sistema comenzó a expandirse rápidamente a otras zonas de la Ciudad de México.
La década de 1980 fue la época cuando más se expandió el metro, con la inauguración de las líneas 4, 5, 6, 7 y 9. También se hicieron ampliaciones de todas las líneas, en esta década la infraestructura de este sistema fue puesta a prueba, el 19 de septiembre de 1985, cuando ocurrió el terremoto en la capital mexicana.
La intensidad del sismo fue de 8.1 en la escala de Richter, y generó destrucción en gran parte de la ciudad, aunque las instalaciones del metro quedaron intactas, que, aunque habían sido construidas en suelo blando y susceptible a terremotos, resistieron este movimiento telúrico. El metro sirvió a la Cruz Roja Mexicana para acudir a las zonas de desastre en las labores de rescate. La Ciudad de México fue construida encima de un antiguo sistema de lagos.
En la década de 1990 se abrieron al publico las líneas A, 8 y B, inauguradas en los años 1991, 1994 y 1999, respectivamente. Al 31 de diciembre de 1999 la ciudad contaba con 11 líneas de metro y 167 estaciones.
Entrado el Siglo XXI, se le dio prioridad a la construcción de líneas del sistema BRT denominado Metrobús, inaugurado en el 2005 y no se volvieron a construir líneas de metro, pero en 2006 la alcaldía de la ciudad presentó un proyecto para construir una nueva línea, cuya obra comenzó en 2008 y fue inaugurada el 30 de octubre de 2012.
El 19 de septiembre de 2017 volvió a temblar en la Ciudad de México y el metro volvió a resistir este fenómeno de la naturaleza sin daños, tanto así que el periódico El País de España en uno de sus artículos consideró al metro de la capital mexicana como un búnker contra los terremotos.
En la actualidad la columna vertebral de la movilidad en la Ciudad de México cuenta con 12 líneas y 226 kilómetros, convirtiéndolo en el más extenso de América Latina, el sistema cuenta con 195 estaciones de las cuales 115 son subterráneas, 55 son superficiales y 25 son elevadas, este sistema a diario transporta a 5.5 millones de pasajeros.
Han pasado 51 años desde la puesta en marcha de este sistema, una obra insignia de la ingeniería mexicana, que por muchos años más seguirá moviendo en sus trenes a la población de una de las ciudades más pobladas del mundo.
