En días pasados la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), informó de los incumplimientos de Márquez ante este tribunal, quien argumentó falta de seguridad para su llegada a Bogotá, motivo por el cual, según él, no ha podido cumplir con los compromisos pactados.
Pero para el alto tribunal, no se ha podido comprobar que dichos argumentos son ciertos, así como tampoco que su ausencia en el Congreso obedezca a fuerzas mayores.
Dado el papel que viene desempeñando la JEP, se ha logrado conocer algunos apartes importantes que brindan otras perspectivas de los agentes participativos dentro del conflicto colombiano. En días pasados se conoció el testimonio del coronel Gabriel de Jesús Rincón, quien se encuentra purgando una condena de 46 años de cárcel por su participación en los asesinatos extrajudiciales de los jóvenes de Soacha, conocidos como ‘falsos positivos’.
En su versión ante la JEP, Rincón, aseguró que las órdenes del entonces general del Ejército, Mario Montoya, era “aportar a la lucha con litros de sangre, tanques de sangre y no reportar heridos en combates”.
Para el magistrado Óscar Parra, las pasadas declaraciones de Márquez, en las cuales afirmó que “fue un grave error haber entregado las armas”, se convirtió en otro incidente para despojarlo de su investidura y también de su inmunidad parlamentaria.
Hasta el momento se desconoce el paradero de Márquez, aunque según algunos medios de comunicación estaría en compañía de Hernán Darío Velásquez, alias el Paisa, en contra de quien se reactivaron las órdenes de captura por sus incumplimientos en la JEP.