Entre los migrantes, 40 son de origen colombiano y han denunciado no haber recibido ayuda por parte de la embajada ni del Cónsul en ese país. Los migrantes habían ocupado un predio abandonado a las afueras de la ciudad, pero en los últimos días fueron desalojados por las autoridades francesas.
Al no contar con algún tipo de ayuda en una de las principales economías del mundo desarrollado, ahora caminan de arriba abajo por las calles parisinas; capital de los perfumes, el buen vestir y el glamour. Los habitantes de una de las capitales de las potencias del primer mundo, contemplan con algo de sorpresa ante las caras sucias que ahora no son, ni de aquí, ni de allá.
Entre los migrantes colombianos, se encuentran menores de edad, discapacitados y personas mayores, quienes un día decidieron abandonar lo poco con lo que sobrevivían en Colombia, uno de los países que irónicamente aparece en el listado de los más felices del mundo, característica que atrae un gran número de extranjeros cada año a las distintas ciudades, tal vez por corroborar a qué se debe dicha distinción.
El canciller colombiano Holmes Trujillo, ha manifestado que su gobierno se encuentra brindando atención a los connacionales en París, pero a la fecha las ayudas no han llegado a su destino.
En Colombia, las migraciones de sus ciudadanos no es algo nuevo. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en 2015 el país desplazó del primer lugar a Siria, como la principal Nación del planeta con el mayor número de refugiados.

Según el informe, presentado el pasado mes de junio, en Colombia, cerca de 7 millones 800 mil personas han huido de la violencia. Esas cifras no solo desbancaron a Siria del primer lugar, sino también a otras naciones como la República Democrática del Congo, Somalia, Etiopía, Nigeria y Yemen, países que desde siglos atrás han sido los grandes referentes mundiales de toda clase de pobreza y abandono estatal.