La concejal presentó una iniciativa con la que busca que sus pares en el Cabildo prescindan de la custodia ofrecida por la Policía, para que los uniformados complementen la labor de seguridad en la ciudad, principalmente dentro del Sistema de Transporte Masivo Transmilenio.
Según la propia concejal, la presencia de este cuerpo uniformado, con el que buscan crear un cuerpo de reacción inmediata que atienda los casos de inseguridad en las estaciones y articulados de Transmilenio, ayudaría a solventar buena parte de la ausencia de fuerza disponible en la ciudad para atender cualquier tipo de delito que ocurre dentro del sistema troncal.
“El robo en Transmilenio creció un 44%, no solo en los buses sino en las estaciones con respecto al 2018. Bogotá tiene un déficit de 9.000 policías y 2.500 motocicletas, y me parece un gesto de solidaridad de los concejales con los ciudadanos, decir ‘entregamos nuestros escoltas para que le sirvan a la ciudad’ “, manifestó la concejal a UNIMINUTO Radio.
Gómez también ratificó que la custodia de los concejales debe estar únicamente bajo el manejo de la Unidad Nacional de Protección, quien también, considera la concejal, que debe realizar la asignación de la protección de los cabildantes de acuerdo al nivel de riesgo que tenga cada uno de los 45 concejales.
“La labor de escolta no debería ser la labor de la Policía de Bogotá, en Bogotá hay muchísimos problemas de seguridad y esto apenas me parece un acto de solidaridad”, enfatizó la Gómez, quien se amparó en un Decreto Presidencial promulgado en el 2015, donde ratifica que los concejales no están amparados por el derecho de tener un esquema de seguridad.
Sobre el tema de la inseguridad que atraviesa la ciudad, la concejal dio a conocer a UNIMINUTO Radio que la bancada galanista citó para el próximo viernes al Secretario de Seguridad Hugo Acero para un debate de control político que se le realizará al funcionario, debido a los casos de inseguridad y varios delitos, principalmente hurtos, que en lo que lleva de transcurrido de este año, se han cometido en Bogotá.