La temporada de lluvia parece no dar tregua: fuertes tormentas, deslizamientos de tierra, inundaciones y familias afectadas es el actual panorama que se vive en distintas regiones del país.
Una de las ciudades que más se ha visto afectada por cuenta de este fenómeno meteorológico es Villavicencio, ya que, según afirmaciones de la Gobernadora del Meta, Marcela Amaya los más afectados son los pacientes que requieren atención médica y que no se han podido desplazar hacía la capital.
“Hay una crisis humanitaria, porque con la cercanía que tenemos a Bogotá, muchas personas reciben tratamientos de centro médicos de la ciudad, y desafortunadamente no han podido viajar”, afirmó la mandataria departamental.
Pese a las labores adelantadas por las autoridades competentes, la vía sigue sin ser despejada desde hace cinco días, a lo que el viceministro de Infraestructura, Manuel Gutiérrez hizo referencia:
“Estamos removiendo el derrumbe de los tramos afectados. Hoy con seguridad ocurrirá algo similar, la solución en esto no es mágica y requiere tiempo, pero estamos dependiendo del clima para hacerlo”, dijo el funcionario.
Causas
Según el viceministro de Infraestructura, una de las principales causas que aumentan los riesgos de derrumbe en estas zonas, se debe a la construcción de un galpón de pollos en el kilómetro 58 que pertenece a la empresa Pollo Olímpico, la que según el funcionario realiza un manejo inadecuado de aguas.
Dicha afirmación es apoyada por Alberto Mariño, Gerente de Conviandes, “desde este punto donde tiene los galpones, se realizan filtraciones de líquidos que finalmente generan los derrumbes en la zona”, dijo el representante.
Frente a estas declaraciones el Gerente de Pollo Olímpico, Nicolás Vásquez asegura que la empresa cuenta con todos los permisos ambientales que son requeridos para el funcionamiento de la misma.
De igual forma aseguró que lo que dice Conviandes “es falso completamente; la operación de los galpones que hay en este sitio no genera vertimiento alguno; el único liquido que se utiliza es el que beben las aves”.
Las pérdidas en materia de economía ya ascienden a 50 mil millones, además de la duda que prevalece en la responsabilidad de Coviandes y del Gobierno Nacional.