Sergio Jaramillo Caro, filósofo de la Universidad de Toronto y filólogo de la Universidad de Oxford, tiene una maestría en filosofía en Cambridge y doctorado en griego de la Universidad de Heidelberg en Alemania. Además, quien fuese el alto comisionado para la paz durante el gobierno de Juan Manuel Santos hasta junio del 2017, acompañó los cimientos iniciales del diálogo en La Habana, Cuba.
En entrevista para UNIMINUTO Radio, Jaramillo ofrece su lectura académica acerca del conflicto Rusia-Ucrania y describe la iniciativa ‘Aguante Ucrania’, estrategia comunicativa que busca ofrecer apoyo remoto a las víctimas de la guerra. Esto nos dijo:
Doctor Jaramillo, bienvenido a UNIMINUTO Radio, ¿Cómo está?
Encantado de estar con ustedes.
¿En qué lugar del mundo está actualmente?
En este momento estoy en Bruselas, aunque hasta hace dos semanas me encontraba en Bogotá.
¿Cuál es el motivo por el que se encuentra allí?
He estado prestando asesoría a negociaciones de paz en otras partes del mundo; actualmente he estado bastante ocupado promoviendo la campaña ‘Aguanta Ucrania’.
¿En qué consiste esta estrategia comunicativa que promueve ‘Aguanta Ucrania’?
Consiste en asegurar que desde América Latina tengamos una voz propia en la discusión. Buscamos enviar un mensaje a los ucranianos; un mensaje que básicamente extiende la noción de que “no están solos”, que incluso desde acá, -desde la lejanía- países como Perú, Chile, Argentina y Colombia les acompañan.
Por ello, estamos invitando a todo el mundo a grabar unos breves videos de entre 15 y 30 segundos, expresando su rechazo a la invasión y simpatía hacia los ucranianos. Lo anterior, con la pequeña petición de que al término del video, la persona diga: “aguanta Ucrania”, frase de la campaña que, además, viene acompañada de un hashtag propio en las redes sociales principales como Twitter, Instagram, Facebook, etc.
Este fin comunicativo, ¿Tendrá algún tipo de hincapié o énfasis campañas/movilizaciones como estas? Teniendo en cuenta que son iniciativas ejecutadas a través de Internet y que son de carácter mundial.
Yo pienso que sí. Ya que justamente aquí, por llamarlo de alguna manera, hay un ‘nivel’ diferente y es el del sufrimiento físico de la invasión militar. Sin embargo, existe otro ‘nivel’, y este último recae sobre comprender de qué manera se tejió hoy en día la narrativa de lo que está pasando. Esto, debido a que parte de la estrategia de Putin es ofrecer una descripción falsa de lo que -verdaderamente- está ocurriendo. Según Putin, él es la víctima de una guerra de europeos y americanos contra él.
Putin da una narrativa completamente falsa; la verdad es que él tomó la decisión de
invadir Ucrania el 24 de febrero, luego de, -recordemos- anteriormente haber tomado una parte de Ucrania en el 2014. Entonces, el objetivo es que haya una voz distinta -desde otra parte del mundo- diciendo: “No señor, eso es una invasión”.
Una invasión es inaceptable para todos nosotros, porque -especialmente- en América Latina, aunque escasamente existe un principio más sagrado de soberanía, respeto e independencia de los estados, situaciones de ese calibre también nos interesan. Por ello pienso que desde aquí (Latinoamérica), tenemos que tener una voz y asimismo, enviarles dicho mensaje a los ucranianos.
¿Realmente representa una amenaza para Rusia que Ucrania desee entrar a la OTAN?
Ese me parece un argumento bastante sencillo; puesto que si entramos en el ámbito de analizar cuáles son las “razones” de cada grupo, estamos perdidos.
Estamos perdidos porque justamente el principio básico es que uno no viola el derecho internacional, uno no invade al vecino. Y si permitiéramos que cada quien pueda inventarse cualquier cosa con la excusa de anexar territorios, sería algo terrible.
Entonces, yo creo que lo principal es -como lo dije antes- llamar las cosas por su nombre. Debemos rechazar esa invasión y sobre todo solidarizarnos con el dolor y lo que están pasando los ucranianos en este momento.
¿Por qué se escucha esta iniciativa desde el mundo académico y nunca desde los propios líderes políticos del mundo que más incidencia tendrían sobre el conflicto?
Nosotros tenemos un principio frente a esta iniciativa y es no meternos en la política interna de los países. No queremos caer en esa trampa de la polarización, “si uno está con este, no está con el otro”. La situación actual es algo que, cualquier latinoamericano podría llegar a considerar absolutamente inadmisible; puede ser de derecha, izquierda, de centro, no importa, es inadmisible.
Ahora, por supuesto que mientras más gobiernos apoyen este esfuerzo, mejor. Nadie está diciendo ni esperando que se vuelvan partes de un conflicto, nadie está sugiriendo eso. Sin embargo, si queremos que
se oigan las voces de lo que la gente realmente piensa en América Latina; queremos que el continente se escuche de una manera amplia y pluralista en el debate internacional.
Obviamente, la expresión ‘Aguanta Ucrania’ plantea una postura política que no es más que la defensa de la vida. De alguna manera nos ponemos del lado de la vida de las personas.
Por otro lado, deseo resaltar el tamaño de este drama, puesto que ya han habido muchos conflictos en muchas partes del mundo; sin embargo, esto es otro nivel, estamos hablando de una potencia mundial, un número permanente del Consejo de Seguridad invadiendo su vecino. Si aceptamos esto, francamente jamás habrá garantías que preserven la paz en el mundo.
Y si en algún momento ‘la torta se voltea’, pues también habrá que ponerse del lado de la vida, independientemente de “si es de allá o si es de acá”. Qué tal que nos dijera un sueco, un noruego, un francés o un británico, ¿Pero por qué nuestros gobiernos querrían ayudar a Colombia si su país queda
muy lejos?, ¿Qué nos importa?, ¿En qué nos afecta? Bueno, justamente nosotros que hemos sido beneficiados por aquella simpatía y apoyo internacional, podríamos ahora devolver aquel soporte.
¿Tiene algún comentario sobre el proceso de Paz Total del presidente Petro?
Me los guardo para una próxima ocasión.
Escuche la entrevista completa de Sergio Jaramillo Caro para UNIMINUTO Radio, aquí.