Durante la entrevista, las hijas de Restrepo recordaron a su padre como un hombre muy dedicado a su carrera y a su familia, cuyo interés principal fue hacer un aporte a la sociedad mediante la ética periodística y mejorar constantemente como persona para tener una vida tranquila y en paz con Dios.
Padre, hijo y esposo amoroso
Para María José y Gloria Inés, Javier Darío Restrepo, además de ser un excelente periodista, también fue un padre de familia muy preocupado por ellas y su madre, que siempre las escuchó y estuvo con ellas, excepto el fatídico día cuando falleció su segunda hija porque estaba cubriendo una guerra.
“Mi papá era un buen copiloto que siempre me aterrizaba, era el amor, la tranquilidad y la paz”, afirmó María José.
Javier Darío creció en una familia de 11 hermanos en Jericó, Antioquia, fue hijo de un carpintero y una costurera, dos personas que fueron su más grande orgullo porque le enseñaron el valor del trabajo duro y la humildad, por eso como profesional y como persona siempre respetó el espacio y a las personas con amor y tranquilidad.
Sus hijas, aseguran, que siempre reconoció la labor de su esposa y durante sus discursos le agradeció por su apoyo incondicional, una mujer que lo acompañó hasta el día de su muerte y sacó adelante la familia que formaron.
“Ella era el cerebro, manejaba las cuentas, estaba pendiente de su agenda (la de Restrepo) y le ayudó a construir una vida después de salir del sacerdocio”, aseguró Gloria Inés, su hija menor.
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Humildad y pasión, la clave para ser mejor
Javier Darío no tuvo formación profesional para trabajar en medios, pero aprendió a hacer periodismo empíricamente en televisión, radio y prensa, además añadió un componente humano a su labor gracias a los 20 años que vivió en sacerdocio.
“Sea una buena persona, haga una buena labor y apasiónese por eso que escogió en la vida que ya el resto viene por añadidura, ese era el mensaje central de mi papá”, asegura Gloria.
Sus hijas afirman que fue un hombre sabio que creyó firmemente en la mejora de la humanidad, y fue ese amor hacia el otro lo que lo impulsó a realizar investigaciones y escribir sobre ética periodística.
“Si tuviéramos una charla con él, nos daría la explicación más bonita de cómo seguir teniendo fe en el ser humano a pesar de las noticias y lo que está pasando”, afirmó María José.
La herencia de su padre
Los temas sociales y artísticos están presente en las dos, María José es diseñadora gráfica y trabaja en temas de responsabilidad social y desarrollo, mientras que su hijo está enfocado en temas de gobierno con un enfoque social. Por su parte Gloria Inés, es socióloga e historiadora y contribuye con su conocimiento a la sociedad.
María José cree que su hermana Gloria Inés tiene la rigurosidad y disciplina para investigar que tenía su padre, y Gloria Inés cree que María José es creativa y sabe comunicar al igual que lo hizo su padre, pero ambas tienen una característica en común de su padre y es la de hablar con la verdad.
“Nosotras nos movemos con la verdad, mentiras en esta casa no hay, aquí no hay secretos de nada y si aparece un problema lo resolvemos entre todos”, afirma María José Restrepo.
Un mensaje para los periodistas del futuro
Sus hijas cuentan que siempre se preocupó por enseñarle a los periodistas a realizar mejor su labor a través de su experiencia, por eso creía que no había una receta para hacer periodismo, sino que era importante hacer bien las cosas y mejorar todos los días tanto profesional como personal.
Por eso, dejó un archivo considerable de libros, escritos e investigaciones, para que las personas (especialmente los universitarios) tengan acceso a esa colección y así dar cuenta de todos los temas que trabajó durante su vida.
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“Aprovechó cada minuto de su vida para trabajar con las palabras y a través de ellas dar fe a la humanidad desde contando una historia hasta en una conferencia académica”, afirmó Gloria Inés Restrepo.