El alcalde, Enrique Peñalosa, declaró hace algunos meses a Bogotá como la “Capital Mundial de la Bicicleta”, afirmando que durante su gobierno se implementó el uso de la misma. “Cuando llegué a la Alcaldía, casi nadie se movilizaba en bicicleta y hoy ya 6 de cada 10 personas lo hacen”, dijo.
El uso de la bicicleta se ha incrementado de forma notable, pero tal como se evidencia en el informe de la personería, la afirmación de Peñalosa meses atrás, ha quedado entre dicho.
Los temas de infraestructura, accidentalidad y hurto en la capital, son materia fundamental para la movilidad de las personas en bicicleta, y la inseguridad es lo que de forma frecuente ha azotado a los biciusuarios; en los últimos tres años el hurto a bicicletas incrementó en un 429%, dejando 15 víctimas mortales en lo corrido del año 2019.
El resultado de la encuesta ‘Bogotá cómo Vamos’, demuestra el bajón que tuvo la percepción de satisfacción de los biciusuarios, cifras que coinciden con las de Secretaría de Seguridad.
Además de esto, la entidad asegura que la estrategia de ‘bicidenuncias’ es una medida de criminalización secundaria, ya que no hay registros claros que den cuenta del número de investigaciones y juicios realizados.
En cuanto a la infraestructura, la capital cuenta con una extensión de 541 kilómetros de ciclorrutas, pero aún así, existen problemas en cuanto a la continuidad de los tramos, huecos y carriles en mal estado, falta de señalización e iluminación. Según el Distrito, el 16% de la malla vial para las bicicletas se encuentra en regular o mal estado.
La accidentalidad es progresiva, los lesionados durante 2018 fueron 1.940 en total, mientras que en los dos primeros meses de 2019, la cifra de accidentalidad ha registrado 326 casos.
Entonces, según las cifras contempladas en el informe de la personería, ¿Bogotá es la capital mundial o mortal de la bicicleta?