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[Crítica] Sonríe 2 (Smile 2): una secuela que escala alto

Esta cinta da cuenta del declive de la estrella del pop mundial Skye Riley (Naomi Scott) cuando está a punto de embarcarse en una nueva gira mundial luego de un accidente. De repente empieza a experimentar una serie de sucesos cada vez más aterradores e inexplicables.

En este 2024 las películas de terror no solo han aparecido en octubre como es tradición. Este género parece tomar nueva vitalidad, gracias a pocas, pero grandes cintas que transitan en la profundidad de los miedos humanos.


Cintas que han definido el año de la mejor manera, con buenas historias, buenos personajes y resignificando otras, que mostraron puntos de partida como en La primera profecía, asesinatos sobrenaturales en Longlegs y posesiones demoniacas, con la esencia de los Talk show estadounidenses de los 80’s con De noche con el Diablo.

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Para continuar con esta buena seguidilla, llega la secuela de Sonríe (Smile), que fuera estrenada en 2022, aunque su director, el estadounidense Parker Finn, había realizado un cortometraje en 2020 donde surgiría la idea de esta película.

La actriz australiana Caitlin Stasey interpretó el papel principal en el corto, y fue prácticamente quien inició con su ocupación el largometraje que sorprendió por su capacidad de crear tensión, generar cuestionamientos sobre un problema tan serio como la salud mental y por supuesto, asustar.

Sonríe 2 (Smile 2), cuenta el declive de la estrella del pop mundial Skye Riley (Naomi Scott) cuando está a punto de embarcarse en una nueva gira mundial luego de un accidente. De repente empieza a experimentar una serie de sucesos cada vez más aterradores e inexplicables.

Angustiada por la espiral de horrores y la abrumadora presión de la fama, Skye tendrá que enfrentarse a su oscuro pasado para recuperar el control de su vida antes de que sea tarde.

En esta nueva entrega, el director Parker Finn repite con más presupuesto, lo que conecta de inmediato con la primera, con la misma capacidad de crear atmósferas que tensionan, mediante un terror que va más allá del simple jump scare, un susto repentino, recurso que se presenta de manera ingeniosa y práctica.

Sonríe 2 encuentra prácticamente su tono gracias a su dirección y su temática en este terrorífico viaje hacia la locura, que se está convirtiendo en una referencia de la década en el género. Esta característica sonrisa ya es una seña de que algo está mal, y la tensión que es capaz de recrear este demonio, es terrorífica.

La estética de Sonríe 2 se mantiene desde las sombras, desde la idea de lo que es capaz de construir la mente, y los demonios que una persona puede cultivar con sus culpas y su capacidad de carcomer la existencia misma.

Considero que Sonríe 2 es formalmente muy parecida a Sonríe 1 en su estructura, y en cómo muestra el proceso de sus personajes y su declive, aunque son películas diferentes en los mensajes que intentan revelar, así se sostengan en los mismos temas.

El uso de los planos que generan expectativa frente al espectador con lo que puede emerger de cualquier lugar, la muy buena edición acompañada del desarrollo del personaje de la actriz británica Naomi Scott, son una buena fórmula para hacer que exista este demonio, no solo en su interior, sino en el de cualquier ser humano.

La maldición de Sonríe 2 es de los temas que más impulsan la película, pero desde mi punto de vista, el eje de las películas es todo lo que somos capaces de transformar en nuestra mente, los demonios que caminan a nuestro lado gracias a las culpas, los recuerdos que dejamos dentro y las experiencias que nos marcan de por vida.

Sonríe 2 es un viaje al destructivo mundo de la fama, y cómo los excesos de este estado destruyen la mente y el cuerpo, sin entrar en ningún moralismo, ni pretender fabricar un mensaje amable que alivie las sensaciones. La película es visceral y con escenas gore muy fuertes que no desentonan, que llevan al espectador al límite con un final todavía más revelador e impactante.

En nuestras mentalidades hay muchas ideas que no se muestran y que contemplan una intensa oscuridad, y este demonio en Sonríe 2 las saca a flote de la peor manera. Es una lástima que no profundice en la mitología de esta entidad, aunque estoy casi seguro que en su tercera parte tendrá que aparecer.

| Nota del editor *

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