En septiembre de 2017 el Papa Francisco visitó Colombia, un momento histórico para el país según el contexto que se atravesaba al haberse firmado el Acuerdo de Paz entre el Gobierno nacional y las FARC en el año 2016.
El país enfrentaba heridas abiertas por el conflicto armado, tensiones sociales y la necesidad de un mensaje de paz, tranquilidad y reconciliación. La visita del Pontífice tuvo como ruta su primer paso por la ciudad de Bogotá, seguido a ello Villavicencio, Medellín y por último Cartagena, haciendo un llamado a la memoria colectiva, dejando un mensaje claro: La reconciliación es posible, el perdón es el cambio y el camino hacia la paz verdadera.
Bogotá: El mensaje por la paz como compromiso colectivo
La capital fue el punto de partida. En la Plaza de Bolívar y el Parque Simón Bolívar, más de un millón de personas recibieron al Papa dejando mensajes claros para dejar atrás el odio y el rencor para así construir una sociedad donde prime la dignidad humana por encima de cualquier interés ajeno.
“Colombia es rica por la calidad humana de sus gentes, hombres y mujeres de espíritu acogedor y bondadoso; personas con tesón y valentía para sobreponerse a los obstáculos” dijo Francisco en medio del discurso que realizó en la Plaza de Bolívar.
Ante más de un millón de personas en el Parque Simón Bolívar, Francisco pidió dejar atrás el odio y abrazar la esperanza. Su encuentro con jóvenes y su discurso a las autoridades reflejaron una crítica a la desigualdad social y la falta de inclusión, “El señor nos invita a dejar nuestros egoísmos y a remar mar adentro, juntos, hacia una nueva Colombia” dijo el Papa Francisco.

Villavicencio: Reconciliación con rostro propio y la siembra de esperanza
En el corazón del llano, un departamento (Meta) profundamente afectado por el conflicto armado, el Papa encontró el lugar propicio para hablar de reconciliación. El acto central fue el Encuentro de Oración por la Reconciliación Nacional, donde víctimas y excombatientes compartieron testimonios y gestos de perdón. Allí, la palabra ‘paz’ adquirió carne y rostro. Además, beatificó a dos colombianos víctimas de la violencia armada del país, enviando un mensaje sobre la fe que no se arrodilla ante la violencia.
Villavicencio fue el lugar donde el Papa Francisco sembró el “Árbol de la Paz” en el parque Los Fundadores durante el Gran Encuentro de Oración por la Reconciliación Nacional invitando de esta manera a todos los colombianos a cultivar la esperanza y enterrar el odio, “Todo esfuerzo de paz, sin un compromiso de reconciliación, siempre será un fracaso” fueron las palabras del Papa Francisco en la oración por la reconciliación nacional.
Medellín: Un llamado a reformar la iglesia
En Medellín, el Papa arribó a la capital Antioqueña con pocho y sombrero, allí dirigió un mensaje a la Iglesia colombiana. Con tono crítico, denunció el clericalismo, la comodidad institucional y la falta de conexión con los más necesitados, “Ahora también la Iglesia es ‘zarandeada’ por el Espíritu para que deje sus comodidades y sus apegos. La renovación no nos debe dar miedo” dijo Francisco en la tercera misa; además hablo acerca de una ‘Iglesia en salida’, una que abandone los templos para caminar con el pueblo, acompañando a los ciudadanos y a los más necesitados.
Esta ciudad, marcada históricamente por la violencia del narcotráfico y la desigualdad, recibió un llamado a renovar no solo la estructura eclesial, sino la vocación al servicio de la sociedad.

Cartagena: Dignidad para los pobres
La ciudad de San Pedro Claver fue elegida para cerrar la visita de Francisco en Colombia, donde el Papa no se guardó nada y criticó la injusticia estructural de Cartagena. En una ciudad que está marcada por las dos caras de Colombia: El lujo turístico y la pobreza extrema, su mensaje se centró en la dignidad humana.
Visitó lugares históricos vinculados a la esclavitud, hablando acerca de la trata de personas, la corrupción y de la necesidad de justicia social. Su mensaje fue una crítica a la doble moral que se presenta en la ciudad un modelo excluyente.
“Queridos hermanos, quisiera dejarles una última palabra: no nos quedemos en dar el primer paso, sino que sigamos caminando juntos cada día para ir al encuentro del otro, en busca de la armonía y de la fraternidad. No podemos quedarnos parados.” Con estas palabras terminó el Papa Francisco su última santa misa realizada en territorio colombiano.
Aquí puede ver parte de la transmisión especial que realizamos en UNIMINUTO Radio durante los 5 días que el Papa Francisco estuvo en Colombia:
https://www.youtube.com/live/AhONQabv08w?si=lkO2CqhbVstJWgjq