Inicialmente para hablar del tema es importante saber qué significa el acoso callejero, este se produce normalmente cuando uno o varias personas desconocidas abordan a una o varias mujeres u hombres en un espacio público, puede ser cualquier acción o comentario irrespetuoso o vulgar dirigido a su persona por parte de extraños.
Se consideran como tales palabras o gestos, acercamientos intimidantes, fotografías sin consentimiento, agarrones, presión de genitales sobre el cuerpo, exhibicionismo con que debe de llamar la atención de la persona acosada (desnudez parcial o total y masturbación pública), persecución, con estos actos el acosador llama la atención de la víctima, poniéndola como objeto sexual y forzándola a interactuar con él o ella.
La promulgación de la Ley 1257 de 2008, en su artículo 29, agrega el artículo 210, por el cual se tipifica al acoso sexual como delito autónomo dentro del Código Penal, donde se incurre en pena de 1 a 3 años de prisión por cometer algún tipo de conducta donde se “persiga, hostigue o asedie física o verbalmente con fines sexuales no consentidos”.
Es importante aclarar que la violencia basada en el género (VBG) no solo se vive en el ámbito privado, sino también en el público. En 2012, un estudio realizado en Nueva Delhi por ONU Mujeres arrojó que el 92% de las mujeres comunicó haber sufrido algún tipo de violencia sexual en espacios públicos y un 88% notificó haber sufrido algún tipo de acoso sexual verbal, incluidos comentarios no deseados de carácter sexual, silbidos, miradas o gestos obscenos, a lo largo de su vida (ONU Mujeres, 2012).
En América Latina, un documento publicado en 2015 por el Observatorio de Igualdad de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) indicó que en Lima 9 de cada 10 mujeres entre 18 y 29 años manifestaron haber sufrido algún tipo de acoso callejero en el último año; en Bogotá y Ciudad de México, 6 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de acoso sexual en el transporte público; y en Santiago de Chile, 6 de cada 10 han sufrido acoso sexual en espacios públicos (Cepal, 2015).
La Fiscalía ha explicado que en el 2017 la cifra de denuncias por acoso callejero fue de 1.656 y al 10 de enero de 2018, la cifra de casos por acoso es de 11.098 de los cuales 6.000 se encuentran inactivos.
Además, el 64% de las mujeres en Bogotá ha manifestado ser víctima de acoso callejero. Un promedio de 6 mujeres al día ha denunciado que son víctimas de este tipo de conductas en el transporte público, pues el distrito reveló que, durante el año 2019, 67 personas han sido capturadas en TransMilenio, luego de ser sorprendidas realizando actos de acoso sexual a usuarias del sistema.
Relatos y encuesta
UNIMINUTO Radio se propuso realizar una encuesta virtual en la cual se le pregunta a 40 hombres y mujeres de distintas edades si han sido víctimas de acoso callejero, además les contamos algunos de los relatos que algunas personas encuestadas contaron, estas fueron sus respuestas:
De 20 hombres encuestados 14 respondieron que nunca habían sido víctimas de acoso callejero y 6 respondieron que sí.
De 20 mujeres encuestadas 17 respondieron que sí y tan solo 3 dijeron que nunca habían sido víctimas de acoso callejero.
Erika una chica de 22 años menciona que “desde los 12/13 años, ha sufrido de acoso callejero y si tuviera que recordar cada acoso no podría, ya que son muchos, pude reaccionar cuando note que ya no salía a ciertas horas, no iba a ciertos lugares, evitaba calles en construcción porque había obreros, o solitarias, o muy concurridas, evitaba usar cierta ropa, caminaba lo más tiesa posible, evitaba mirar a la cara a cualquiera para no toparme con una mueca, me moría de calor en los días soleados, todo para evitar los acosos”.
Kevin un hombre de 22 años dice que ha sido acosado por parte de hombres homosexuales, pero por mujeres no, y que nunca lo hacen cuando están solos sino cuando hay más de 3 o 4 cuando se sienten con superioridad pues ellos saben que, si estuviesen solos, la respuesta que obtendrían seguramente sería agresiva, también dice que es incómodo y que ha tenido que enfrentarlos verbal y hasta físicamente.
Alba una mujer de 45 años cuenta una de las cosas que para ella ha sido de las más desagradables de su vida, iba en el transporte público, el bus iba un poco lleno, ella estaba sentada y a su lado estaba de pie un hombre, ella sentía en su hombro algo que la rozaba, pero no podía ver porque el sujeto se tapaba con un bolso, al mirar el hombre se detenía, muy incomoda y con algo de miedo por una mirada muy intimidante de parte del sujeto se corría para no sentir nada, cuando se dio cuenta el hombre se estaba masturbando hasta eyacular en su hombro, llena de asco gritó pero nadie le creyó, porque nadie más lo había visto.
Jenny una mujer de 24 años dice que cuando tenía 15 años y estaba en la salida del colegio, por una calle sola un hombre que se transportaba en bicicleta le decía “piropos” ella lo ignoró, por lo que el tipo molesto se dirigió hacía ella y con su mano le lastimó la entrepierna y se fue, atemorizada salió corriendo y el hombre la persiguió intimidándola aún más, logró entrar a un establecimiento y el sujeto se fue, sino hubiera entrado ahí ella cree que la hubiese podido violar. Durante días no quería ni asistir al colegio, ni salir sola.
Para terminar, es importante mencionar que toda persona deber ser libre de caminar tranquila sin ser acosada, perseguida o intimidada por otra, muchas de las mujeres acosadas se sienten revictimizadas por su forma de vestir, cosa que no puede seguir así, no se debe enseñar a las personas a vestirse, se debe enseñar a las personas a respetar.