Durante esta semana, se conoció que Juan Pablo Guzmán junto a Ervin Valda, se sumaron a los periodistas que tuvieron que abandonar sus trabajos por presiones que según ellos, provienen del gobierno de Evo Morales hacia los comunicadores que se atreven a criticarlo públicamente.
Algunos de los métodos utilizados por el ejecutivo hacia los pequeños medios de comunicación que se han declarado críticos del gobierno de Morales, consiste en asfixiarlos económicamente. A estas denuncias se han ido sumando, algunas organizaciones de prensa de Bolivia, acusando en varias ocasiones el asedio que desde el Gobierno se ha venido adelantando en contra de los medios críticos.
Para algunos expertos en el tema, la persecución de Morales hacia los medios de comunicación, obedece a que desde la presidencia aún no se ha podido superar la derrota sufrida por el oficialismo boliviano en las urnas el 21 de febrero del año 2016, en el que por medio de un referéndum, los bolivianos dijeron NO a los deseos de Morales de hacerse reelegir para un cuarto mandato.
Este es sin duda alguna, uno de los mayores golpes que sufrió la administración Morales en 10 años de gobierno. A la lista de periodistas que se han visto obligados a renunciar de sus trabajos, se suman los nombres de Jhon Arandia, Amalia Pando, Raúl Peñaranda, Carlos Valverde, Gonzalo Rivera y Galo Hubner.
En América Latina, han sido varios los mandatarios que han recurrido a la presión sobre los medios como método de represión hacia críticas en contra de sus gobiernos. En Ecuador, durante los distintos periodos del gobierno de Rafael Correa, fueron varias las reformas llevadas a cabo para controlar la información.
El 30 de septiembre del año 2010, el diario El Universo publicó un artículo de opinión de su entonces editorialista, Emilio Palacios, en la que aseguraba que el gobierno de Correa, había ordenado el ataque a un hospital concurrido de civiles, tras los hechos acaecidos ese mismo día tras una revuelta policial en Ecuador.
Tras una demanda interpuesta por Correa, el diario fue sancionado al considerar los organismos de justicia, que dicho artículo de opinión era calumnioso.
Colombia no escapa a esta realidad. Durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, fueron varias las entidades del Estado que resultaron “chuzadas”, a traves de entonces Departamento Administrativo de Seguridad (DAS). Los principales medios de comunicación que resultaron blanco de los ataques del ahora Senador, fueron Canal Uno, Blu Radio, Vanguardia Liberal Y Revista Semana. Así mismo el ex presidente se ha visto obligado a retractarse públicamente tras continuos señalamientos hacia algunos periodistas, como fue el caso con Daniel Samper Ospina, difamado por Uribe como violador de niños.
Daniel Coronel, columnista de la Revista Semana también ha sido víctima de ataques por parte de Uribe y al igual que Samper, también logró por medio de una demanda hacer que Uribe Vélez se retractara de algunos señalamientos en contra del comunicador.
Este panorama latinoamericano, pone sobre la mesa el papel fundamental que debe desempeñar el periodismo en tiempos de autoritarismo, que pretenden utilizar la mordaza contra los medios para acallar el derecho de informar.