La niñez es considerada como un tesoro de la humanidad, pues en ella se forman todas las bases necesarias para el desarrollo del individuo en su vida. Por ello surge la necesidad de implementar la filosofía para niños en el contexto educativo con el fin de lograr fortalecer las actitudes críticas y creativas del niño desde la escuela.
Sacramento López y Julia Montoya son el claro ejemplo de la implementación de la filosofía desde la escuela valiéndose de diferentes propuestas, en este caso el Jardín de Juanita, un proyecto enfocado en la reflexión sobre la relación con el ambiente y su cuidado a partir de historias y de la creación de jardines.
Se parte de un espacio que no era usado, para crear un jardín que logra acercar a los niños a un proceso educativo y a la par una oportunidad para llevar los aprendizajes fuera del aula, tratando problemas éticos y ambientales con la niñez. Estos proyectos no solo logran impactar a los niños, sino que a la vez implican a los profesores y a las familias que en su mayoría son de contextos sociales marginales, pues logra generar prácticas ecológicas con el ambiente y con la unión de los niños y la comunidad que hacen parte del mismo.

De aquí que estas propuestas se prestan para filosofar y reflexionar sobre la realidad, viviéndola desde ella misma. Creando propuestas de ayuda a los otros y al ambiente, tales como la entrega de mercados para donaciones, la recolecta de materiales reciclables para la construcción de objetos funcionales para la escuela, ideas que surgen desde los niños para el beneficio de la comunidad.
El Jardín de Juanita llega al Puente como un proyecto filosófico que se preocupa por los nuevos retos de la filosofía en la vida cotidiana relacionada con la creación de espacios de diálogo y cuidado del otro y de lo otro. Un espacio propicio para el desarrollo de actitudes creativas y sociales en la niñez con el objetivo del fortalecimiento del bien común.