Escucha nuestras emisoras: 🔊 AUDIO EN VIVO |

Escucha nuestras emisoras: 🔈 BOGOTÁ 1430 AM | 🔈 CUNDINAMARCA 1580 AM | 🔈 TOLIMA 870 AM | 🔈 SOACHA | 🔈 NEIVA | 🔈 SOLO MÚSICA

Entre víctimas y victimarios, jóvenes escapan del bullying apostándole a la convivencia

Investigadores de la Facultad de Educación de UNIMINUTO trabajaron en un proyecto que busca mejorar la convivencia escolar en algunos de los colegios públicos y privados de Bogotá utilizando actividad física como herramienta de apoyo.

Por: Robinson Espejo

Casi 9 mil casos de maltrato estudiantil en toda Colombia registró la ONG “bullying sin fronteras” entre el 2 de enero de 2020 y el 20 de diciembre de 2021. Ante esta situación, la entidad asegura que el país debe prestar mayor atención a los fenómenos de matoneo en los colegios, pues a pesar de no tener las cifras más altas de la región, ya que México y EE.UU encabezan el podio mundial, es muy probable que muchos de los casos no hayan sido registrados por falta de denuncia.

- Patrocinado -


La ley 1620 de 2013 es la encargada de crear un Sistema Nacional de Convivencia Escolar que apoye problemáticas juveniles como la violencia, la salud sexual y el ciberacoso; sin embargo, a pesar de que allí se crea una ruta para atender y prevenir estos flagelos con profesionales a cargo, la ausencia de intervenciones periódicas que enseñen a los jóvenes a resolver sus conflictos ha llevado a algunos docentes a crear otras estrategias. 

Con el fin de proponer alternativas para mejorar la convivencia escolar, un grupo de docentes de los programas de Licenciatura en Educación Física y Pedagogía Infantil  –en UNIMINUTO sede principal– diseñaron una iniciativa que busca que los jóvenes de colegios públicos y privados de la capital encuentren en la actividad física una forma para fortalecer y mejorar las relaciones interpersonales entre compañeros.

Conviviendo con el enemigo 

Todos aquellos que en su momento pasaron por un salón de clases no olvidarán algunos de los icónicos grupos de amigos que se formaban como fruto de la convivencia diaria entre compañeros, menos agradable sería recordar alguna discusión, conflicto o pelea creada como resultado de las indeseables pero necesarias diferencias entre unos y otros.

Estos episodios de conflicto entre compañeros pueden parecer naturales cuando se presentan en pocas ocasiones; sin embargo, los ataques constantes hacia la integridad física y mental de los jóvenes acaban por deteriorar la convivencia escolar y pueden dejar consecuencias para toda la vida. Por esta razón, cada vez más profesionales centran sus esfuerzos en la búsqueda de estrategias que eviten este tipo de situaciones.

“En el caso de Colombia, el foco principal para el bullying pasa por un pobre rendimiento en las actividades deportivas. En general los acosadores toleran mejor a un compañero con buenas notas o con un comportamiento fuera de los cánones del aula que a aquel que no juega bien al fútbol, básquet, voley o la actividad física que se desarrolle en la escuela”, explica Javier Miglino, Director de Bullying Sin Fronteras, en el informe publicado.

El profesor Pedro Nel Urrea –Licenciado en Educación Física con una maestría en Educación de la Universidad de La Sabana–  conocía sobre esta estrecha relación entre el ejercicio y la convivencia escolar. Por esta razón, el en año 2015 decidió realizar un trabajo que le permitiera conocer la situación actual de algunos colegios de la capital en el tema.

Infografía: Robinson Espejo

Unidos por una gran causa

Luego de reflexionar sobre el problema, Urrea se unió a los docentes Henry Babativa, Maria Claudia Vazquez y Natalia Rodríguez  –los dos primeros licenciados en Educación Física y la última en Pedagogía Infantil– y  decidieron dividir el estudio en 2 fases; una primera que pudiera diagnosticar la realidad de las instituciones, y una segunda centrada en la intervención de los lugares trabajados con estrategias pensadas desde la actividad física.

“En la primera fase tratamos de identificar los tipos de agresiones que se presentaban, entonces, lo primero que se hizo fue una caracterización de la población y se encontró que los niños son un poco agresivos; pero tratamos de discriminar los tipos de agresión, agresiones físicas y agresiones verbales, así como otros tipos de comportamientos que se dan dentro y fuera del aula”, aseguró Urrea.

Para la segunda fase, los investigadores realizaron una estrategia de intervención que se centró en tres aspectos; lo intrapersonal, que busca que los jóvenes conozcan sus propias emociones y reflexionen frente ellas; lo interpersonal, que se centra en reconocer y aceptar a los compañeros que son diferentes para evitar la exclusión, y lo comunitario, que va hacia valores como el respeto, la solidaridad y la tolerancia como forma de evitar los conflictos.

En este proceso encontraron algunas curiosidades con el pasar de los días, una de ellas fue que, aun cuando en los colegios había una gran variedad de niños y jóvenes de diferentes razas, etnias, lugares y estratos sociales, las discriminaciones entre ellos no se debían a estos factores, lo que indica una gran capacidad de inclusión entre los menores.

Construyendo convivencia  

Como consecuencia del trabajo que venían realizando desde las aulas, el equipo de docentes decide seleccionar seis instituciones educativas para llevar a cabo el trabajo de campo de la investigación, dentro de ellas, cientos de jóvenes impactados con una nueva estrategia para mejorar su salud física y mental. Con ello, no solo se deja atrás una vieja forma de enseñar, sino que también se abre campo a un aprendizaje desde el ejemplo, la reflexión y la apropiación de los conocimientos de manera libre.

“Acá se trabajaron los diálogos, la negociación de acuerdos, acá se trabajó fuerte el trabajo colaborativo y expresivo, entonces se hicieron actividades enfocadas hacia la parte colaborativa, no nos centramos solamente en el tema del movimiento, sino que cada intervención tenía la intención, entonces, cada intervención tuvo un propósito que era trabajar los tres ámbitos para irlos desarrollando”, afirma el profesor Urrea.

Para lograr una comunión entre lo interpersonal, lo intrapersonal y lo comunitario era importante centrarse en el manejo de los grupos, por lo que luego de cada intervención había una fase final de evaluación que buscaba que los niños y jóvenes reflexionaran un poco sobre lo aprendido para enfocar los esfuerzos en un tema y construir los resultados.

Enseñar desde el ejemplo

El papel desempeñado por la Corporación Universitaria Minuto de Dios a lo largo de los años es sin duda alguna un ejemplo de compromiso social que ha trascendido por todo el territorio nacional. Con trabajos como estos, no solo se muestra la responsabilidad social que tiene la institución,sino que además se plantean rutas innovadoras que atacan los problemas contemporáneos de una manera distinta.

“A través de estas experiencias podemos resaltar que esa visión de la construcción que tienen de UNIMINUTO, que es esa parte de estar con comunidades y compartir con las comunidades, crear ese sello personal allá, y hacer presencia; también nos permitió salir un poco de nuestro contexto de universidad”, afirma el profesor Pedro Nel Urrea.

Uno de los logros de esta investigación es la creación del semillero de actividad física y convivencia escolar, un espacio que busca encontrar estrategias que fomenten la participación de los jóvenes en las actividades deportivas. Este reto no es menor, ya que gracias a la ayuda de los integrantes, se pudo llevar a cabo cada una de las intervenciones que se plantearon en la segunda fase del proyecto.

Más allá del ejercicio

De acuerdo con cifras publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), hacer ejercicio podría evitar cerca de 5 millones de muertes al año, pero más allá de esto, también contribuye a eliminar el estrés, la ansiedad, la depresión y ayuda a mejorar el sueño, entre otras. 

Las instituciones educativas tratan de fomentar el autocuidado de los menores desde edades tempranas creando espacios para la realización de actividad física. Sin embargo, en Colombia existen alrededor 2,700.000 jóvenes que sufren de sobrepeso u obesidad, de acuerdo con los datos publicados por el Ministerio de Salud, cifra que preocupa a los expertos, debido a que entre los años 2005 y 2015 el flagelo creció cerca de un 70%.

Video: Andrés Garzón

Con este panorama, el grupo de investigadores ha logrado impactar en un campo absolutamente necesario, pero no solo eso, también encontró la forma de hacer que los jóvenes solucionen sus conflictos a partir de estrategias de convivencia asociadas a la actividad física.

“Algo que es importante es rescatar el tema de los valores, y esos valores básicos  que muchas veces se han perdido a través de la convivencia, a través de una actividad física cooperativa. Desde ahí se quiso tratar de que los muchachos fueran conscientes”, sostiene Urrea.

Otro de los logros más destacados es la trascendencia del proyecto en el ámbito familiar, gracias al esfuerzo del equipo de trabajo que planteó algunas de las actividades con la firme intención de llegar un poco más allá del espacio escolar, con el fin de atacar las problemáticas juveniles de una manera integral y mejorar la relación entre padres e hijos para fortalecer la confianza de los hogares.

Para más información de Rizoma:

https://www.uniminutoradio.com.co/rizoma/

| Nota del editor *

Si usted tiene algo para decir sobre esta publicación, escriba un correo a: radio@uniminuto.edu

Otros contenidos

Contenidos populares