Hoy se conoció que Estados Unidos autorizó el despliegue de sus poderosos misiles Patriot, acompañados de drones y aviones de vigilancia, todo esto como respuesta, a los más recientes ataques que sufrieron barcos petroleros de Japón, mientras abandonaban el Estrecho de Ormuz.
Para Washington, los ataques tienen un solo responsable y es Irán, no obstante, el país musulmán ha descalificado dichas acusaciones, señalando a la administración Trump, de sembrar el odio y la desestabilidad en la región como argumentos claves para desatar un conflicto de proporciones inimaginables, e incluso, para algunos expertos en política internacional, se le estaría abriendo la puerta a la Tercera Guerra Mundial.
Si bien las autoridades estadounidenses, han reiterado que no están interesadas en cazar conflicto alguno con Irán, las tensiones en la zona son tan fuertes que bastaría una sola chispa para encender un posible incontrolable.
Desde el Pentágono se emitió un comunicado que recoge la agencia de noticias Reuters, el cual señaló que “Estados Unidos no busca conflictos con Irán, pero estamos preparados y listos para defender las fuerzas e intereses del país en la región”.
Al despliegue de armamento pesado, así como también del aumento de soldados a Medio Oriente, se conoció que Estados Unidos habría finalizado con éxito las pruebas de su misil hipersónico AGM183A, lo que supone un avance significativo para la principal potencia del planeta.
“Estamos utilizando la facultad de creación rápida de prototipos concebida por el Congreso para llevar rápidamente las capacidades de armas hipersónica a los militares”, afirmó Will Roper, del Departamento de Adquisiciones y Tecnología de la Fuerza Aérea estadounidense.