Escucha nuestras emisoras: 🔊 AUDIO EN VIVO |

Escucha nuestras emisoras: 🔈 BOGOTÁ 1430 AM | 🔈 CUNDINAMARCA 1580 AM | 🔈 TOLIMA 870 AM | 🔈 SOACHA | 🔈 NEIVA | 🔈 SOLO MÚSICA

“Es hora de Jugar”

Escrito por Giovanny Ramírez, estudiante de Licenciatura en Filosofía

Seguramente, para las infancias de generaciones anteriores, uno de los recuerdos más preciados y vivos sea el de los momentos de encuentro para el juego. Y es que, a diferencia de los juegos virtuales de hoy, los tradicionales tenían la particularidad de implicar toda la corporalidad, pues además de requerir la presencia del otro o de los otros para interactuar, los juegos de antaño exigían un espacio físico concreto que sirviera de escenario para el fluir de energías e imaginaciones expresadas de diversas formas con el cuerpo. Juegos como “yermis”, “goloza”, “ponchados”, “cogidas”, “la lleva”, “escondidas”, “banquitas”, “canicas”, “trompo” entre otros, son expresiones de ese encuentro humano, a veces cálido, a veces tenso, pero siempre vivo y dinámico en el que la corporalidad, el contacto y la creación de alianzas estratégicas y creativas eran indispensables.

Tal vez con el avance tecnológico y las nuevas relaciones de producción esto ha cambiado. El juego está cada vez más relegado de las prácticas sociales comunes. Los residuos de esta antigua práctica pertenecen hoy al espectáculo de los grandes acontecimientos deportivos que creó la industria cultural moderna.  Y, lo que antes se practicaba en las calles de los barrios, en los rincones de las casas, ahora se observa a través de una pantalla (que entre más grande sea, mejor); o en su defecto, la mayor actividad física se reduce a la agilidad con los dedos que saben operar sobre un control, una palanca, o el tablero táctil de cualquier video juego. La interacción se ha desplazado al campo virtual. Ya no es necesaria la presencia física del otro; en el mundo digital la corporalidad ya no es requerida.

- Patrocinado -


Esto no quiere decir que haya que despreciar la revolución cibernética, y los grandes logros en lo tocante al mundo de las tecnologías y de la información, queriendo volver con ello al mundo antiguo, bajo la romántica y trillada frase que reza:“todo tiempo pasado fue mejor”. ¡No! Sin duda, el mundo en que vivimos hoy es, por mucho, mejor que el de pasadas generaciones; y, estar a la altura de nuestro tiempo, es una exigencia casi ineludible. Pero no hay que ignorar que todo avance supone un precio, que toda conquista alberga una pérdida y que, en nuestro tiempo, implica la desaparición del juego o juegos tradicionales como oportunidad de ese encuentro vital, dinámico y creativo, capaz de fomentar y fortalecer los vínculos humanos.

Es por esta razón que desde El Puente se ha querido hacer la invitación a retomar el juego como practica central dentro de las dinámicas humanas. Una invitación a hacer memoria de esos juegos tradicionales que nos hicieron tan felices y a retomarlos con nuestros niños. En este sentido, nuestro invitado Néstor, fundador de la Corporación juego y niñez, nos sugiere fijar unas horas para el juego de la misma manera que se hace con las comidas, con las reuniones y con las distintas actividades que se realizan en la vida cotidiana. Es una apuesta por acordar un encuentro: “un encuentro para jugar y estar juntos, para reconocernos en la diferencia, respetarnos y construir espacios de convivencia en familia a partir de la constitución de un acuerdo”, como lo señaló nuestro invitado.

La campaña de esta semana llamada “cuéntame un cuento”, justamente quiere ser la manifestación de un lenguaje expresivo que nos vincula jugando a través del cuento, a través de la lectura. Tal vez aquí no haya una actividad propiamente física, pero si es un juego con la imaginación, un contacto vivo con las palabras y la voz de quienes los narran. Es por esto que desde El Puente estamos convencidos de que el juego, la lectura y la interacción humana que estos generan, son una alternativa eficaz para “acabar con una cultura de la violencia y entrar en una cultura de paz”, como lo afirma nuestro invitado. Socializar esas grandes narrativas que los niños tienen, es revivir la esperanza de un país que sueña con ser distinto, en el que el juego, la lectura y el encuentro, puedan llevarnos por caminos de perdón y reconciliación… ¡Es hora de jugar!

Conduce Víctor Rojas, Julián Veloza y Karen Arias.

| Nota del editor *

Si usted tiene algo para decir sobre esta publicación, escriba un correo a: radio@uniminuto.edu

Otros contenidos

Contenidos populares