Para algunos se trata de lo mismos desadaptados de siempre que se infiltran en las protestas, lo que genera que la protesta pacífica se perciba como marchas violentas que desvirtúan el derecho constitucional a la protesta. El ESMAD acaba de llegar al sitio de los hechos para controlar dichos ataques.
Ante la batalla campal que se vivió en la plaza, apareció el “ángel de la paz”, un ciudadano de 87 años que con su bastón se defendió de los ataques de algunos desadaptados presentes en la protesta.

Según él la finalidad de su vida era la de construir y no de destruir, un claro ejemplo para algunos manifestantes que literalmente, destruyeron la plaza.
En Bucaramanga, se estima que más de cinco mil manifestantes se tomaron las principales calles de la ciudad, exigiendo mayores presupuestos para la educación pública y los derechos del Magisterio.
En Neiva, también se registraron masivas movilizaciones que alteraron el orden público. Estudiantes de la Universidad Surcolombiana salieron a las calles para exigir mayores presupuestos al Gobierno Nacional. Así mismo, algunas organizaciones sociales también se unieron a las marchas que se llevaron a cabo en distintas ciudades del país.
En Buenaventura, se sumaron a las protestas sociales comunidades indígenas que salieron a las calles en camperos, por las diferentes vías de la ciudad.
En Montería, capital del departamento de Córdoba, también salieron a las calles a marchar en contra de las políticas del Gobierno Nacional incluidas en el Plan Nacional de Desarrollo. Se estima que más de dos mil personas salieron a las calles para marchar.
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