Entre las principales medidas adoptadas por Donald Trump, se encuentran la prohibición de los viajes que algunas instituciones educativas venían realizando a la isla.
“Cuba continúa desempeñando un papel desestabilizador en el Hemisferio Occidental, proporcionando una plataforma comunista en la región y apoyando a adversarios estadounidenses en lugares como Venezuela y Nicaragua, al fomentar la inestabilidad, socavar el Estado de derecho y suprimir los procesos democráticos”, afirmó Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de Estados Unidos.
Con la implementación de las nuevas medidas, el gobierno estadounidense pretende revertir las políticas implementadas durante la administración de Barack Obama, las cuales, si bien no lograron acabar con las sanciones económicas impuestas durante la revolución, sí permitieron la flexibilización de la economía.
La prohibición de los viajes educativos, así como también la prohibición de viajes en crucero a la isla, supone un duro golpe a la economía cubana en especial para el turismo, así como también para las agencias de viajes. Sumado a ello, se conoció que desde el Departamento del Tesoro se restringen la venta de barcos de pasajeros, buques y aeronaves privadas de origen norteamericano.
Con respecto a Nicaragua, el gobierno Trump ha manifestado sus preocupaciones con las políticas implementadas por Daniel Ortega, acusándolo de dictador y de reprimir a la oposición, así como también de apoyar al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.