Desde hace algunos años, la prevalencia de los trastornos depresivos ha ido en aumento a nivel mundial. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 4,7% de los colombianos padece de depresión.
De acuerdo con el Dr. Patrick Verhelst Forero, psiquitra de Intellectus, Centro de Memoria y Cognición del Hospital Universitario San Ignacio, existen investigaciones en medicina que buscan prevenir enfermedades, siendo la alimentación un foco central en las investigaciones. Esto también se ha extendido a la psiquiatría, donde se han realizado estudios que buscan correlacionar el consumo de ciertos tipos de alimentos con trastornos mentales. Investigadores en Australia, que hacen parte del campo de la psiquiatría nutricional, junto con otros grupos en Estados Unidos y Europa, han encontrado que ciertos patrones de alimentación están relacionados con la depresión.

“Usualmente en depresión lo que suele pasar es que la persona pierde el apetito, pero hay algunos tipos de depresión en los que las personas pueden, por el contrario, ganar apetito e incluso ganar peso. Esa descripción de aumento de peso y apetito se describe en algunos libros antiguos de Psiquiatría como depresión atípica; porque lo típico es la pérdida del apetito”, resaltó el doctor Patrick.
¿Qué alimentos fomentan la depresión?
Cuando se examina la sangre de los pacientes con depresión, se encuentran marcadores de inflamación, lo que sugiere que esta enfermedad podría estar asociada con un estado proinflamatorio. Algunos alimentos pueden empeorar esta inflamación corporal al ser ingeridos. Lo que nos lleva a pensar en una posible asociación entre las dietas proinflamatorias y la depresión.
“La dieta occidental es una dieta que promueve estados proinflamatorios dentro del cuerpo, esta dieta occidental es todo lo que tiene que ver con productos fritos de carnes rojas procesadas, mantequilla, productos lácteos que tengan altos contenidos de grasa, digamos que bebidas con alto contenido de azúcar y las comidas rápidas. Por otro lado, en Australia, para los trastornos depresivos, se les sugiere a los pacientes una cita con nutrición para que se le promueva un alto consumo de verduras de cumbres, de frutas, de nueces, cereales, aceite de oliva, etc”, dijo Verhelst.
Los Fármacos y la estigma frente a las condiciones mentales
Algunos ciudadanos optan por no acudir a una ayuda profesional cuando tienen depresión por miedo a depender de los fármacos.
El médico resaltó la importancia de generar conciencia en las personas y destacó que los médicos especializados en este campo buscan ayudar a los pacientes a mejorar su bienestar a través de una combinación de nutrición, ejercicio, psicoterapia y el manejo de medicamentos, ddemás explicó que existen tratamientos farmacológicos y no farmacológicos. Entre los no farmacológicos se incluyen el ejercicio, la psicoterapia y la parte nutricional, sin dejar de lado los medicamentos.
Para finalizar, Verhelst explicó que “para identificar a una persona con depresión, se deben hacer dos preguntas utilizando una escala recomendada por la OMS (Organización Mundial de la Salud), conocida como la escala PHQ-2. ¿En los últimos 15 días usted ha tenido ánimo triste constante?, es la primera pregunta y la otra es ¿En los últimos 15 días usted ha dejado disfrutar las actividades que normalmente hacía? Si esas dos preguntas están positivas, es importante que busquen un médico o un psicólogo que les haga una valoración más a profundidad y que determine si están en un trastorno depresivo”.