Mediante una carta publicada días antes de la Conferencia de Donantes de Naciones Unidas en Ginebra, Suiza; por algunas agencias de cooperación internacional, se puso en conocimiento la grave crisis política y económica que enfrenta el país africano.
24 millones de personas necesitan de ayuda humanitaria con urgencia, es decir cerca del 80% de la población yemenie, y aunque los esfuerzos de las organizaciones internacionales han sido determinantes para su ‘posible recuperación’, ellos afirman que la escasez de alimentos continúa sin solucionarse.
Un estudio revelado por la organización Welthungerhilfe, los fuertes combates tienen a aproximadamente 13 millones de personas sin acceso al agua potable o a instalaciones sanitarias adecuadas, que entre otras son causa para la proliferación del cólera, y los que la padecen no obtienen tratamiento alguno.
Es importante mencionar que la Conferencia de Donantes de Ginebra es la tercera que se celebra desde que inició la guerra, en ellas se ha logrado recaudar miles de millones de euros; sin embargo, las ayudas parecen ser invisibles ante la magnitud de la crisis, pues según Simone Pott, jefa de la Oficina de Comunicación de Welthungerhilf, muchas ayudas no llegan al país, y las que llegan, no alcanzan para aliviar el hambre y las necesidades de muchos.
“Dijimos que en Yemen se necesitaban unos 2.600 millones de dólares. Sin embargo, solo se logró reunir el 80%”, afirmó la activista refiriéndose a la poca ayuda que recibieron en 2018, y las cuales alcanzaron solo para abastecer las necesidades de la mitad de la población.
Otras organizaciones como Save the Children indican que unos 85.000 menores de edad han fallecido en tres años por malnutrición aguda.
Así las cosas en el país bicontinental más pobre de la región, las organizaciones internacionales piden pronta ayuda humanitaria, a través del mensaje “Yemen necesita ayuda con urgencia”
La crisis de Yemén producto de la guerra ¿Cómo empezó?
Luego de la Primavera Árabe en 2011, es destituido el presidente Ali Abdullah Saleh, y asume el poder Abdrabbuh Mansour Hadi, para la época vicepresidente de esa nación.
Con la destitución de Saleh la crisis social y política de Yemen debía arreglarse y llevar al país a una situación estable. Sin embargo, la corrupción, la inseguridad alimentaria, los ataques continuos por parte de militares leales a Saleh y los golpes criminales de Al-Qaeda, movimiento separatista en el sur, dejaron al presidente Abdrabbuh Mansour Hadi sin el control del país.
En la lucha por el control de la nación varias organizaciones insurgentes como los Hutí, que defienden a la minoría chiita zaidí de Yemen, aprovecharon la debilidad del actual presidente y tomó el control de la provincia de Saada y zonas cercanas. Muchos yemeníes apoyaron el movimiento Hutí, hasta lograr que a finales de 2014 fuera posible el exilio de Hadi.
Luego de aquel acontecimiento, el conflicto se agravó dramáticamente, cuando ocho países árabes incluida Arabia Saudita, en su mayoría sunitas, realizaron ataques aéreos contra los hutíes, apoyados por Estados Unidos, Reino Unido y Francia, quienes pedían devolver el poder de la nación Hadi.