“La verdad es el contenido que permite que la paz, no sea un instrumento frágil, sino que tenga amplia duración”, fueron algunas de las palabras de Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo. Esta es una organización ubicada en la Costa Caribe colombiana, y desde allí velan y promueven por el respeto de los derechos humanos, en especial los de la comunidad LGBTI.
En este foro se habló principalmente de paz y lo que representa para las víctimas del conflicto, el poder conocer la verdad. Son diversos los grupos de combatientes que en más de 50 años de conflicto, se han visto involucrados de diversas maneras, dejando un poco más de 8 millones de víctimas. Para Castañeda, la verdad tiene 4 capacidades o particularidades importantes.
Primero, la verdad permite que cada persona se sienta reconocida y acogida en su ejercicio de aporte y construcción a la sociedad. En segundo lugar, la verdad permite identificar las motivaciones a través de las cuales se generaron los conflictos. Como tercer eje, nos permite conocer las responsabilidades que como actores de la sociedad tenemos y por último, la verdad como un elemento catalizador del conflicto.
Para Castañeda, en estos tiempos de campañas electorales el tema de la paz se convierte en un argumento de publicidad de algunos aspirantes a ocupar cargos públicos en el país, así mismo criticó, que algunos políticos sigan utilizando el lenguaje de la guerra como único instrumento para perpetuarse en sus cargos y no le permiten a la ciudadanía avanzar hacia un proceso de transformación.
En este mismo escenario, Uniminuto Radio dialogó con Leiner Palacios, líder social y miembro de la Comisión Interétnica que representa a las víctimas del conflicto armado en la Costa Pacífica del país.
Palacios afirmó, que “es importante conocer la verdad porque a lo largo de muchos años de confrontaciones armadas, sobre nuestros territorios han existido diversos intereses de algunas clases políticas dirigentes”.
Así mismo señaló, que en estos momentos los grupos violentos continúan con sus ataques hacia la población civil. Recordó la masacre de Bojayá ocurrida el 2 de mayo del año 2002 y que dejó un saldo de más de 100 personas muertas, como consecuencia de la explosión de un cilindro bomba que fue lanzado contra la iglesia de esta comunidad.
Lo que exigen las comunidades víctimas del conflicto armado colombiano, es contar con la garantía por parte del Estado, que haya justicia y la garantía de no repetición de la violencia en sus territorios.
En estos momentos, la situación para algunas comunidades ribereñas en el Pacífico es preocupante, tanto así que el mismo Palacios señaló que “Estamos dispuestos a guardar parte de la verdad para que haya paz”.
Para algunas personas, los señalamientos de Palacios, no tendrían sentido alguno, mucho menos cuando se está hablando de conocer la verdad, pero dada la difícil situación de orden público por las que en estos momentos están atravesando, es mejor callar para preservar sus vidas.
Recalcó que las comunidades del Pacífico, son pueblos de paz y gente de reconciliación, que trabajan la agricultura y se mueven alrededor de la pesca y el tambor.
En este mismo conversatorio, Palacios afirmó que algunas comunidades se encuentran sitiadas por grupos al margen de la ley, y los asesinatos en contra de sus líderes sociales aún persisten. Así mismo señaló que una tierra como Bojayá, que tanto ha perdido con este conflicto armado, lo único que puede merecer es la paz.