Preguntar su percepción en torno a la movilidad en Bogotá, pareció ser una cuestión muy difícil para Juan Manuel, un joven estudiante de Medios Audiovisuales, y vendedor ocasional de elementos para celulares.
Con este chico, que titubeó ante la pregunta y trastabilló una y otra vez para decir al fin que, “a lo bien… no hay movilidad”, estrenamos la sección “Por fuera del trancón”, del espacio En medio del Trancón, que se emite en las mañanas de Uniminuto Radio 1430.
Caos, desorganización, malos olores, lleno total, fueron algunos adjetivos usados por Juan Manuel en relación con el sistema de transporte masivo, Transmilenio en Bogotá, el de mayor cobertura y de uso general por falta de otras opciones en la capital colombiana.
Este joven estudiante y vendedor, hace uso del servicio desde las siete u ocho de la mañana, y de regreso a casa, en las mismas horas en la tarde. Y viaja entre dos y cuatro veces cada día.
Su expresión es natural, y vale calificarla de inocente: sin aspavientos, sin rabia, el chico describe su vivencia cotidiana. Y cuestiona también cómo los aumentos en el pasaje no se invierten en la mejora de vías. En consecuencia, y ante un incipiente llamado ante una posible alza en tiempo del futuro cercano, dice que ojalá, si este fuera, el dinero recogido con una nueva tarifa si se dirija hacia la reparación de vías por las cuales transitan los buses de TM, tan llenos, tan pesados…
La conclusión es que, es mucho más cómodo estar por fuera del trancón, que dentro de él.
Afirmación que no incluye, por supuesto, salir de la sintonía del programa matutino En medio del trancón.
Lo ideal, la utopía, es estar fuera del desorden de una ciudad que no ha podido encontrar el orden y cada vez, entre ciclistas, motociclistas, particulares y servicio público compitiendo por un lugar, esto se vuelve una situación demasiado compleja.