Por: Juan Felipe Sosa Amaya
Existen cuatro mil especies de serpientes conocidas en el mundo y 270 de ellas habitan en Colombia, según el Programa Nacional para la Conservación de las Serpientes.
Bajo el liderazgo del biólogo Elson Meneses Pelayo, la UIS descubrió cinco nuevas especies de serpientes en Ecuador y Colombia en 2024, dos de las cuales son endémicas del departamento de Santander.
Este hallazgo forma parte de la investigación titulada “Revisión sistemática de la pestaña Palm-Pitviper. Bothriechis schlegelii (Serpentes, Viperidae), con la descripción de cinco nuevas especies y la revalidación de tres”. El objetivo de este estudio ha sido realizar una revisión taxonómica y sistemática de la víbora de la palma de pestañas “Bothriechis schlegelii”, con base en el examen de 400 especímenes de museo, así como un análisis de 818 registros de localidades y 80 individuos muestreados en busca de caracteres moleculares.
“Encontramos apoyo morfológico (se refiere al examen de características como las escamas, la forma del cuerpo, el tamaño de la cabeza y otros rasgos físicos distintivos) y filogenético (es decir, las secuencias de ADN de diferentes especies para determinar sus relaciones evolutivas y cómo se han diversificado a lo largo del tiempo) para cinco nuevas especies de Bothriechis Peters, 1859, que describimos en función de su combinación única de características moleculares, merísticas, hemipeniales y de patrones de color”, explica el biólogo Meneses.
Víbora de pestañas: un caso de clasificación errónea
La Bothriechis schlegelii, conocida como víbora de pestañas, es una serpiente de América Latina fácilmente reconocible por las protuberancias sobre sus ojos que asemejan pestañas. Mide aproximadamente setenta y cinco centímetros y pertenece al 18 por ciento de serpientes venenosas de Colombia.
Los análisis morfológicos y moleculares realizados por Meneses y su equipo revelan que estas víboras han sido clasificadas erróneamente. Tres de las nuevas especies habitan en la cordillera Oriental de Colombia y dos en el departamento de Santander.
Las dos especies
Las dos nuevas especies descubiertas que aumentan la biodiversidad de Colombia son la víbora de pestañas de Klebba y la víbora de pestañas de Khwarg, nombradas en honor al fotógrafo Casey Klebba y al doctor Juewon Khwarg, por su apoyo en el descubrimiento y conservación de nuevas especies.
Estas serpientes venenosas se encuentran en climas fríos a más de 1.000 metros de altura y están asociadas a las plantaciones de café. Generalmente, viven en las copas de los árboles y rara vez se encuentran en el suelo. Su alimentación proviene de aves, roedores o ranas de su ecosistema, descansan durante el día camuflándose en su entorno y solo salen de noche para alimentarse.
Características de las Nuevas Especies
- Bothriechis khwargi: Se distingue por sus escamas triangulares y moderadamente elevadas en la parte superior de los ojos. Las escamas de la cabeza dorsal anterior son largas, y las de la garganta son más pequeñas que las del mentón. Posee de 3 a 4 crestas elevadas entre el ojo y el hocico formando un triángulo, carece de manchas negras en las escamas dorsales y su vientre es blanco. Su color es verde pálido o amarillo pajizo, con una longitud máxima de 20 cm en machos y 60 cm en hembras.
- Bothriechis klebbai: Se caracteriza por sus escamas bajas en forma de granos en la parte superior de los ojos, que no son afiladas. Tiene escamas lisas en la cabeza dorsal anterior, y otras en la garganta de tamaño similar a los escudos de la barbilla. Presenta de 2 a 4 protuberancias entre los ojos y el hocico que pueden ser planas o ligeramente elevadas formando una cresta. Su color es marrón rojizo oscuro intenso, y su longitud máxima es de 67 cm en machos y 87 cm en hembras.
Los investigadores de la UIS subrayan la importancia de proteger la biodiversidad de estas especies, ya que su estudio contribuye al desarrollo de antídotos para la comunidad. La mala práctica del manejo de suelos ha reducido entre un 50 y un 80 porciento su hábitat, afectando su espacio de alimentación, además de los cazadores y comercializadores ilegales que amenazan su supervivencia.
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