Por: Julieth Cicua
El reconocido director de comedia Harold Trompetero se une con el director de fotografía y debutante en cine, Paul Cataño, para traer una historia de terror al estilo colombiano, inspirada en el famoso mito de La Patasola. La película se estrenó el pasado 7 de noviembre.
La premisa es simple: La Patasola se lleva a los infieles. Sin embargo, Trompetero y Cataño llevan la historia un paso más allá, incorporando elementos de suspenso y thriller policíaco para mantener al público cautivo, mientras exploran una nueva historia de origen para este icónico personaje de la mitología popular.
Uno de los mayores aciertos de la película es su diseño de producción y dirección de arte, que logran recrear una finca aislada donde un grupo pasa el fin de semana. La ambientación, reforzada con elementos de terror y lo sobrenatural, construye una atmósfera envolvente que transporta al espectador a vivir las experiencias de los personajes.
No obstante, La Patasola pierde algo de impacto al optar más por mostrar que por sugerir, inclinándose hacia un estilo más cercano al slasher. Esto lleva a que, en lugar de descubrir el misterio junto a los protagonistas, el público intuya los giros de la trama, restando sorpresa y haciendo que la experiencia dependa de sustos repentinos (jumpscares) y escenas sangrientas.
A pesar de estos detalles, la película representa un ejercicio valioso en el cine de género, poco común en Colombia. Rescata historias locales y las adapta para una audiencia contemporánea, ávida de narrativas distintas que merecen ser exploradas y perfeccionadas en el país.