La menstruación es un proceso natural en las mujeres. Es por esta razón que las mujeres siempre han tenido a disposición diversos productos que les permiten almacenar o contener dicha sangre para no manchar el resto de su ropa y poder continuar con tranquilidad sus labores diarias.
Ante esta situación, se ha vuelto muy popular la copa menstrual, que es un recipiente reutilizable (de goma o silicona) que se dobla para introducirlo en la vagina durante la menstruación, para depositar el flujo menstrual al volver a su forma y hacer un efecto de vacío. Su popularidad se debe, en parte, al ser considerada una alternativa más saludable y ecológica frente a la toalla higiénica.
Pros:
Los simpatizantes de este producto exponen entre sus beneficios que, a pesar de su reducido tamaño (correspondiente a diferentes tallas), puede recolectar un flujo menstrual tres veces mayor al de un tampón (pues recolecta de 25 a 50 ml); también, que cuando está bien colocada no permite derrames; indican que es cómoda, que dura años y que es “amigable” con el planeta y la economía del usuario al contribuir a la disminución del uso de producto desechables como las toallas o los tampones.
Así, entre las experiencias contadas a UNIMINUTO Radio está que: La conocieron por internet (al ver publicidad al respecto en redes sociales) o que fue referida por una conocida o amiga. Optaron por ella ante problemas de dermatitis que empeoraban con el material de las toallas, ante una conciencia ambiental respecto a las basuras propias de los productos desechables, como una forma de evitar “accidentes” y como una alternativa ante los productos químicos íntimos. Recuerdan que cuesta acostumbrarse, pero que igualmente recomiendan su uso.
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Cabe resaltar que aunque su popularidad sea reciente, el producto en sí no lo es. La primera patente de la que se tiene registro data del siglo XX y el Museo de la Menstruación y Salud de la Mujer en Maryland (EE.UU.) asevera que desde 1867 ya existían copas menstruales, aunque rudimentarias; con producción industrial desde 1930.
Sin embargo, en esas épocas no logró su auge debido a que en 1963 su producción se detuvo por la poca rentabilidad y la escasez de látex. A esto se sumaron las opiniones de las mujeres de entonces respecto a que era era demasiado grande, rígida y pesada; y la aversión cultural sobre la manipulación de los genitales, el flujo menstrual y las secreciones vaginales.
Contras:
No obstante, el uso indebido o erróneo puede generar complicaciones severas en las mujeres. Un ejemplo es el shock tóxico o síndrome del choque tóxico, una infección causada por algunas bacterias como estafilococos o estreptococos, el cual se puede dar cuando la persona usa por mucho tiempo tampones súper absorbentes o la copa menstrual. Por lo anterior, es imprescindible recordar retirar el producto en un tiempo prudente de acuerdo al tipo y cantidad de flujo de cada una (a pesar de que algunas marcas indiquen que puede durar puesta hasta 12 horas) y realizar siempre la correcta esterilización de esta.
Pueden presentarse síntomas como fiebre alta repentina, presión arterial baja, vómitos o diarrea, erupción cutánea, confusión, dolores musculares, enrojecimiento de los ojos, la boca y la garganta y/o dolores de cabeza. Y, al no ser tratado a tiempo, los órganos como el hígado y los riñones pueden comenzar a fallar y pueden surgir problemas como convulsiones, hemorragias e insuficiencia cardíaca.
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El disco menstrual o molde de disco cuenta con un aro (que puede ser suave, regular o firme) con cuerpo extra suave que recolecta 80 ml de la sangre menstrual. Así, para introducirse se dobla en el centro y cuando está adentro se empuja hacia la cérvix para que se atore con el hueso pélvico. Y, para retirarlo, se halata del disco. No genera efecto vacío como la copa y puede ser usado durante el acto sexual.
Las esponjas menstruales permiten practicar deporte, ir a piscina y tener relaciones sexuales cómodamente durante el período menstrual. Dura 8 horas y puedo o no venir con lubricante. Esta se aplasta y se introduce por la vagina, hasta llegar al fondo y, de esta forma, irá absorbiendo la sangre menstrual. Para retirarla, se puede esperar a que el peso de la sangre haga que vaya bajando o ayudarse con una ducha vaginal que, al llenar la esponja de agua, contribuirá a que caiga y se pueda sacar.
También, existen panties especiales que pueden absorber este tipo de sangre y son lavables. Estos cuentan con tres capas de tela diferentes, una de algodón (recomendada para evitar infecciones), otra de un material impermeable (para que el flujo no se salga de su lugar), y la última de un material transpirable (para que no se almacenen las bacterias).
Voces de expertos:
Para saber más al respecto, UNIMINUTO RADIO contactó al ginecólogo Álvaro Monterrosa y a la ginecóloga Liliana Munevar.
Monterrosa expuso que la copa menstrual es un artículo más a disposición de las mujeres, quienes pueden elegir el que mejor les convenga respecto a sus situaciones personales, y que no representa ningún peligro si se usa correctamente. Al contrario, “si se deja olvidado mucho tiempo puede favorecer el crecimiento de algunos gérmenes y bacterias”, así, “peligroso no es el equipamiento sino el no seguir las medidas de higiene adecuadas“. (Para saber más, escuche la entrevista a continuación)
Por su parte, Munevar comentó que entre sus beneficios está que “disminuimos toda la parte de olores porque la sangre no entra en contacto con el oxígeno y así no tiene olor”, además “ayudamos al medio ambiente” ya que “el gasto de toallas y de tampones es extremadamente alto”. Así mismo, indicó que al inicio de su uso “pueden haber algunas lesiones al ingresarlo y sacarlo porque no tenemos práctica y podemos lesionar un poco con nuestras manos, pero no es por la copa sino por la manipulación de la misma”. (Para saber más, escuche la entrevista a continuación)