A través de la gastronomía se saborean los sentidos

En este espacio el tema principal fue la cocina, su importancia en la cultura y cómo en este lugar se crean espacios de interacción y conocimiento. La profesora Carolina Rodríguez afirmó que la comida es algo que nos transmite recuerdos, ya sea una conversación con nuestros familiares o momentos que han vivido durante la infancia, “Es un proceso de construcción de sentidos”.

Yulieth Santamaría, quien está haciendo su trabajo de grado sobre las relaciones culturales que tienen las personas con la comida. Ella manifestó que la comida ha tejido relaciones a lo largo de la historia, ya sean sociales, afectivas, momentos agradables, o desagradables; es algo que evoca momentos que se compartían en familia. Especialmente en esta época de cuarentena y aislamiento, en la cual muchos no están cerca de sus familias.

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“La comida ofrece una oportunidad de interacción social y en la casa genera hilos de comunicación familiar, de cuidado y de compartir entre todos”. Así lo afirmó el profesor Felipe Cáceres, mientras que el docente Álvaro Garzón aseguró que “hay una relación entre afectividad y comida, esta crea lazos sociales y es la forma de encontrarse con otras personas”.

En estos momentos de pandemia muchas veces por no compartir esos espacios de comida entre familiares, se genera nostalgia, porque no se puede imitar esas recetas que abuelas o madres preparaban con tanto amor hace algunos años. La comida evoca recuerdos porque muchas veces alguien recuerda a una persona por la forma en la que come, porque come mucho, por lo que no come o simplemente porque habla constantemente sobre este tema.

La comida ha transformado:

Culturas: por ejemplo ese pan artesanal que ahora todos quieren comprar, es algo que viene de antes, no es nuevo.
La política: pues cuando suben el precio del pan, muchas personas se alteran, en ese momento surgieron comentarios como: “la verdad, extraño el pan de 100…”, afirmó Alejandro Lopera.
Viejas costumbres: porque ahora muchos piensan la comida como algo superficial, se olvida de dónde viene la comida o quién produce los alimentos. Ahora se consumen más productos procesados o enlatados, simplemente porque esa es una forma de ahorrar tiempo. Todas estas cosas generan que haya una desvinculación hacia la cocina y esos recuerdos que vienen con esta.

Aunque a muchas personas no les gusta preparar alimentos, lo más importante de una casa es la cocina, puesto que ese es el espacio más agradable del hogar, en el cual mientras se cocina, la charla con quienes lo acompañan es más amena y más divertida, hasta cuando se pelea por coger una tajada de plátano o una papa a la francesa. Esas son experiencias que evocarán momentos importantes en su vida.

El profesor Felipe Cáceres hizo una comparación de la importancia de la comida, puesto que recuerda la escena de Ratatouille, en la cual una receta tan simple logra que un crítico de comida recuerde su infancia, “la comida nos conecta a recuerdos de la infancia”, agregó el profesor.

Alguna vez se ha preguntado ¿por qué la comida que prepara su mamá, papá o abuela, es tan rica? El profesor Álvaro afirmó que es porque en ese momento usted no alimenta a su cuerpo, está alimentando su alma y es por eso que “para nosotros la mejor comida es la que prepara nuestra mamá”.

Pero no solo el restaurante de mamá puede crear lazos afectivos, esto también lo hacen algunos restaurantes que ofrecen el famoso ‘corrientazo’, quienes venden comida callejera o aquellos que ofrecen comida internacional. “Le damos valor a los restaurantes que no son de casa”, afirmó Yuliet. Esto se debe a que en ciertos lugares la comida que preparan genera esos recuerdos a casa o simplemente hay restaurantes que le permiten conocer una nueva cultura de otro país y esto permite que se establezca una relación entre cocinero-usuario, la cual en este momento de cuarentena se ha perdido. Sin embargo lo positivo del aislamiento es que muchas personas crearon un lazo con la cocina, ya que algunos tienen más tiempo para hacer esas recetas familiares.

Los restaurantes y comidas callejeras son tan importantes que muchas veces se organiza la ciudad en un mapa mental de restaurantes, mientras muchos se ubican por direcciones hay quienes lo hacen por el nombre de un restaurante o de establecimientos informales, por ejemplo “nos vemos en el piqueteadero de Doña Juana”.

En la charla, participantes y usuarios crearon una lista de los mejores restaurantes en Bogotá, estos son:

Cachafaz-Suba
Amarti-Usaquén
Doña Segunda- Barrios Unidos
Postres-Restrepo
Crepes crepella- barrio Muzu
Salsamentaria San Juan
Pecados Caleños- barrio Minuto de Dios
Quilicha- cerca de la Universidad Nacional

Este fue el mapa de sabores que crearon muchas personas, el cual ha permitido que desconocidos, se vuelvan grandes amigos.

Para cerrar el conversatorio se concluyó que Colombia es un país rico en sabores, que la comida es para cuidar al otro, que es un espacio de creación para compartir con el ser humano y con la tierra. Es importante que se valore la tierra, es decir no comprar productos y desecharlos solo porque lo encontraron en una vitrina, sino que es esencial pensar en la producción de ese alimento, en que la tierra sufre para producirlo y el campesino que extrae los productos también hace un trabajo difícil.

Por último los panelistas hicieron un llamado para que recuerden esos tiempos en los que algún familiar suyo le decía que no arrancara un fruto del árbol, sin antes pedirle permiso a ese ser vivo. Porque ellos también sienten y pocas personas los valoran.