Por primera vez en la historia el Pastor de la Iglesia universal, representado por San Pablo VI, puso un pie en el suelo de África, en Uganda en 1969; san Juan Pablo II hizo catorce viajes a ese Continente dentro de 38 países de los 54, de 1980 a 2000; Benedicto XVI estuvo en ese joven continente en 2009 y en 2012. El papa Francisco ha visitado 4 veces ese Continente gigantesco.
África, cuna de san Cipriano, santa Mónica, san Agustín, san Atanasio, entre otros primeros cristianos, es vista por los Jefes de la Iglesia Católica, con “sentido profundo de la comunidad y una Iglesia muy cercana a los pobres”.
África, con la presencia de ciento cincuenta millones de fieles y una Iglesia apenas centenaria y en misión, se desenvolvía hace medio siglo como ahora en importantes asuntos como la diversidad de razas; un conflicto desgarrador que perdura en algunas naciones, una presencia violenta de las sectas y de religiones tradicionales africanas y grandes necesidades de paz. “En África el problema del ateísmo casi no se plantea” (Benedicto XVI; 17/03/2009)
El papa Montini señaló que “la Iglesia no quisiera ni colonialismo, ni neocolonialismo, sino ayuda e impulso para las gentes africanas” (1/08/1969).
San Juan Pablo II, vio en África “como un amigo, como un hermano”, destacando la “importancia indudable” y el “papel original en el contexto de la vida internacional de hoy”, que tiene El África contemporánea, “por su dinamismo, inherente a las fuerzas llenas de vigor y vitalidad de sus habitantes” (Aeropuerto de Fiumicino, 2/05/1980). Les aconsejó que “No queráis imitar ciertos modelos extranjeros, basados sobre el desprecio del hombre o sobre el interés” (Aeropuerto de Abiyán, Costa de Marfil,12/05/1980)
En 2009 África afrontaba una crisis alimentaria; el Papa Emérito les animó para “transformar este Continente, liberando a vuestro pueblo del flagelo de la avidez, de la violencia y del desorden” (20/03/2009, Salón de honor del Palacio Presidencial de Luanda). La petición “a los que sirven en la política, en la administración pública, en las agencias internacionales y en las compañías multinacionales es sobre todo ésta: estad con nosotros de manera verdaderamente humana”.
“También aquí la familia está sometida a muchas presiones. Es particularmente inquietante el yugo oprimente de la discriminación sobre mujeres y niñas, por no hablar de la práctica incalificable de la violencia y explotación sexual”.
En 2015 el papa Francisco en una visita al hospital pediátrico, el único de Bangui y del país, comprobó de primera mano que en terapia intensiva no tenían instrumentos para el oxígeno. Había muchos niños desnutridos, muchos. «La mayor parte de ellos morirán, porque tienen malaria, grave, y están desnutridos», le dijo una doctora al papa.
El papa Francisco recordó que “África es una víctima; siempre ha sido explotada por otras potencias. Desde África llegaban a Estados Unidos y eran vendidos los esclavos. Hay potencias que tratan únicamente de hacerse con las grandes riquezas de África. No sé, es el continente tal vez más rico… Pero no piensan en ayudar al crecimiento del país, que pueda trabajar, que todos tengan trabajo… (Conferencia de prensa, 30/11/2015).