Según datos del Consejo Nacional de Justicia, un cuarto de la población carcelaria en Brasil al igual que el ex presidente Lula, se encuentra en la misma situación, condenados en primera o segunda instancia, pero con posibilidades de apelar.
Según las estadísticas hay 602 mil presos en el país y 148 mil cumplen prisión provisional, por esto todos ellos deben pedir de manera individual al igual que Lula, la ejecución de la cautela firmada por Mello y esperar a que la justicia decida si se le puede aplicar o no el beneficio.
La medida dictada hoy tiene efecto inmediato, pero solo debe ser solicitada por los abogados de los detenidos, sin olvidar que la decisión puede ser refrendada o rechazada por la Justicia.
La senadora Gleisi Hoffmann, en su cuenta de Twitter escribió: “Acabamos de solicitar la orden de liberación de Lula”.
Desde el 7 de abril se encuentra preso el ex presidente, quien cumple su sentencia en la sede de la Policía Federal de Curitiba una condena de 12 años y un mes por corrupción pasiva y lavado de dinero, acusado de haber recibido un apartamento en el litoral de Sao Paulo a cambio de favorecer constructoras en contratos con la estatal Petrobras.