El tema de los derechos animales hoy en día se ha convertido en una de las discusiones contemporáneas más polémicas inmersas dentro de las diferentes perspectivas éticas, políticas, morales, entre otras. Las posturas que más se contraponen están en puntos extremos que divergen entre el poder del humano ante la vida de animal, es decir una superposición del hombre respecto a lo otro, y la vida misma del animal y/o del ser humano, posición tal que, busca valorar y respetar la existencia de los todos los organismos.
A medida que ha transcurrido la historia, las diferentes revoluciones han logrado derrocar diversos fenómenos que atacan la vida del animal, de las plantas, hasta de las mismas mujeres o humanos menos favorecidos mental, física y económicamente; logrando consumar en la legitimidad acuerdos que establezcan normas, derechos, deberes que respondan a cuidar la integridad y existencia de los seres vivos. Por ello en los días actuales, el cuidado del medio ambiente, la preservación de las especies, el respeto por la vida animal se ha convertido en aspectos fundamentales para la vida en sí misma.
Así pues, podríamos considerar diferentes puntos para tratar éste problema: si bien es cierto, los animales son seres que están expuestos a la sensibilización del mundo, por ende son capaces de manifestar el dolor, el sufrimiento, la angustia, el hambre, la alegría entre otras emociones, que son nominaciones propias del hombre mismo, sin embargo, también se debe pensar que los animales por sí mismos no poseen la capacidad de defender o expresar su acciones vitales por medio de una conciencia racional, que les permita comunicar a través del lenguaje o la práctica la manifestación por y para el respeto de su vida. Por eso se hace importante que el ser humano visibilice y reconozca la problemática del maltrato animal y sobre todo asuma la responsabilidad del cuidado y la preservación del mismo.
Para ahondar en la posición a favor o en contra de los derechos animales se debe tener en cuenta que los “derechos” como lo que está conforme con la regla, son creación del ser humano y que, a lo largo de la historia de los hombres y mujeres, los agentes encargados de hacer justicia de esas normatividades, han dejado trasgredir, violentar y desvirtuar cada uno de ellos, por razones como la avaricia, la corrupción entre otras cosas. Es decir, no sólo la vida de los animales se ha denigrado, sino también la de los mismos seres humanos, entonces cabría hacernos preguntas como ¿Postular diferentes derechos animales caería en un sin sentido? ¿Cuál es la forma de fomentar soluciones a la problemática del maltrato animal y no quedarnos en la postulación de un derecho básico y vital?
El problema no reside en crear derechos a los animales, pues éstos como seres vivos que hacen parte del mundo deben tener posibilidades de respeto por su existencia y unos derechos básicos que les respalden, éstos no los ponen en semejanza con el hombre o los desvinculan de su naturaleza animal, pero si les otorgan un espacio de reconocimiento en la realidad. Entonces el verdadero conflicto estaría en la poca responsabilidad de los seres humanos por asumir la importancia de la vitalidad del animal, el respeto, la formación ética, el cumplimiento del derecho y del deber deberían ser factores que primen en la vida de cada hombre y mujer, en ese sentido lograr fomentar un tipo de condición ética que promueva el reconocimiento y el cuidado por sí mismo y por el otro, independientemente de sus diversas naturalezas.
Conducen Alejandro Montaño