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Él es don Rubén, el oyente más fiel de UNIMINUTO Radio Bogotá

Vive en una vereda de Mosquera cerca a Bogotá, tiene 64 años y desde hace 37 se despierta y se va a la cama escuchando 1430 AM. En este perfil le contamos a qué se dedica la persona que más escucha esta emisora.

En el mundo de la radio existe una frase popular que dice que “el oyente fiel de un radialista es la mamá”, y aunque romántica e idílica, técnicamente, la afirmación no es correcta, porque el fiel oyente de quien hace radio, es el o la transmisorista.

Un transmisorista es aquella persona que vive en medio de antenas alejadas del ruido eléctrico que emana la ciudad. Los transmisores de UNIMINUTO Radio están ubicados en la vereda Tibaitatá de Mosquera, un lugar en el que también residen decenas de antenas de otras emisoras AM, allí en medio de vacas y hortalizas se da el ambiente natural e idóneo para que los sonidos viajen por el espectro. 

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Hasta allí fui a buscar a don Rubén Sánchez, el protagonista de esta historia, pero hoy no está en la casa en la que vivió desde 2004 cuando fue trasladado de los transmisores que quedaban cerca de la Central de Abastos. Hoy don Rubén está en la calle apoyando a su hijo en una obra de construcción que más tarde será un edificio, allá mezcla cemento y balastro como su papá (el de don Rubén) le enseñó, buscando un quehacer para su nueva vida. “Si no hubiese sido transmisorista, habría sido ruso”, me afirma con risa cómplice por el uso de término que significa en el lenguaje coloquial, ‘maestro de construcción’.

Foto: Don Rubén en los transmisores de UNIMINUTO Radio en Mosquera, Cundinamarca.

Este hombre de 64 años, que nació un 27 de noviembre en Líbano, Tolima y llegó de 5 a la capital, nunca imaginó que alcanzaría su pensión trabajando como técnico de transmisión de estaciones de radio, la última fue aquí en una emisora de UNIMINUTO.

Su padre le enseñó el oficio de la construcción y creyó que por ese camino estaría orientada su existencia, hizo hasta quinto de primaria porque le enseñaron a trabajar y, aunque no le iba mal en la escuela, le iba mejor fuera de ella. Pese a ser “el cuba” de una familia de 8 hermanos, el trato hacia él no fue distinto al de los demás, por eso acompañaba a su papá a los depósitos de demoliciones en la Bogotá de los años 60s y 70s. 

Un día la mamá de don Rubén le pidió que fuera acompañar a su hermana (la de él) porque había dado a luz. Ella estaba casada con Luis Díaz y era entonces el transmisorista de la también recién nacida Emisora Kennedy. Luego de acompañarla un tiempo siguió con su vida. Trabajó como ayudante de construcción, ordeñador, incluso fue técnico de neveras de petróleo de Electrolux, le iba bien y viajaba por el país, pero como la vida es azarosa, o al menos eso es lo que dicen los sabios sobre ella, don Rubén se partió el fémur en un accidente de bicicleta y todo cambió.

Foto: Archivo familiar.

Doña Ana Cenet, la hermana de don Rubén, intercedió por él ante el padre José Vicente Echeverry (director de la emisora) y lo aceptó como trabajador de los transmisores. Era 1983, la época de mayor crecimiento de la radio según cuentan los historiadores, casi todo se transmitía por este medio, desde clases de primaria hasta peleas de boxeo, carreras de caballos, torneos de barrio y circuitos ciclísticos.

Don Rubén estaba en todo, aprendía haciendo y lo disfrutaba. “Me habría gustado tener mi propio programa deportivo, pero había que vender y yo no soy bueno para eso”, así resume uno de sus más espirituales deseos que veía materializado cuando acompañaba a un grupo de periodistas deportivos de Código F que iba hasta los estadios para transmitir partidos de fútbol de la segunda división. Entonces Rubencho recogía a los periodistas en el transmóvil de la emisora, llegaba al estadio, se subía a postes de energía, montaba antenas y dirigía la técnica de la transmisión.

Dentro de ese grupo de radialistas estaba un entusiasta de la radio llamado Néstor Ballesteros Puerto quien, por esas paradojas de la vida, terminó siendo su jefe en UNIMINUTO Radio en 2014. ¡Qué iba a pensar don Rubén que el joven Néstor más tarde sería el hombre clave para garantizar su continuidad en los transmisores de la frecuencia 1430 AM, conocida hasta esos días como Emisora Kennedy! Quizás don Rubén lo sabe hasta hoy que lee el artículo.

Un transmisorista es un oficio de baja demanda y oferta en el mercado del empleo, para encontrar a alguien así o encontrar ese empleo, no basta con poner un anuncio como quien busca una persona para hacer pan o periodismo. Es más, para ser un transmisorista no existe carrera o programa académico alguno que acredite el oficio y si existiera, tendría que certificarlo en corte de césped, arreglo de tuberías, ordeño de vacas, electricidad, y un sinfín de actividades más, así no hagan parte de las funciones específicas, “pero si no las hace uno, no las hace nadie”.

Además, no se contrata solo, se hace con la familia completa (esposa e hijos), al fin de al cabo, la casa será su lugar de trabajo como de descanso. Ese es el caso de don Rubén quien compartió el oficio con su esposa (43 años de matrimonio) hasta dos años después de pensionarse.

Doña Luz Mary, esposa de don Rubén con sus hijos, Sandra y Fredy.

“Lo que uno hace todo el tiempo es escuchar la emisora, hay que procurar que nunca se vaya del aire, sea día, noche o festivo, por eso hoy me siento raro porque es como otra vida la que ahora tengo”, una vida que intenta vivir desde el pasado 15 de enero cuando la Universidad le agradeció sus años de servicio a la institución y a la radiodifusión del país.

Este es un oficio que se aprende y se hace en familia, pero sus hijos optaron por otros caminos, “a ellos no les gustó el estudio, yo le decía a mi hijo que estudiara, pero le gustó más la construcción (…) mi hija es mamá y quizás en un tiempo ella pueda reemplazarme, si la Universidad así lo decide”.

A don Rubén le confieso en la entrevista que sería bueno que su hija siga con la tradición familiar, al fin de al cabo, pese a las distancias entre ciudad y transmisores, ella sabe cómo funciona esto porque lo han compartido en familia, incluso hasta el Covid-19 que contagió a nietos, nuera, esposa e hijos, “yo era de los que decía que ‘eso al campo no llega’ y me tocó ir al hospital a recibir oxígeno”. Ahora don Rubén se cuida mucho más y sabe, por experiencia propia, que lo del virus es real, “pero yo siempre le doy gracias a Dios por lo que suceda, sea bueno o malo”.

Seguramente don Rubencho también se abandonó en Dios en noviembre de 2011 cuando un temporal de lluvias casi se lo lleva a él y los transmisores de la emisora. Con angustia fue el protagonista de una escena en la que el río Bogotá, a través de un canal de riego, consumió cada centímetro de la casa donde vivía y cuidaba con celo los equipos de transmisión. Don Rubén llamó a su amigo Jorge Norman Sánchez y junto con la familia, en un acto heroico, evacuaron casi todo para evitar que la tragedia fuera mayor. La consecuencia fue la construcción de una nueva casa elevada a 2 metros y medio de la tierra y tres meses fuera del aire. “Pudo ser peor”, eso dicen quienes acompañaron el momento, de hecho, algunas emisoras estuvieron fuera del aire un año.  

Doña Luz Mary y don Rubén.

Hoy don Rubén está tranquilo y sabe que su esposa, quien continúa como transmisorista, no tendrá que preocuparse otra vez por una inundación igual, salvo que la naturaleza así lo decida. Por eso hoy se toma su vida de una forma más serena, monta nuevamente bicicleta, aunque no la misma que dejó botada cuando se accidentó pero que también lo trajo hasta aquí.

Ahora buscará otro oficio, pero no de tiempo completo, “algo ocasional” que no le complique su nuevo ritmo, quizás lo realmente complejo de su nueva vida sea conciliar el sueño en medio del silencio, porque cuando fue transmisorista se acostumbró a dormir por casi 40 años con el radio siempre encendido.

¡Mil gracias don Rubén!

Colofón: UNIMINUTO Radio Bogotá opera en la frecuencia 1430 AM desde el 1 de enero del año 2014. La frecuencia antes fue operada por la Asociación la Voz de María. Este 2021, 1430 am cumplirá 70 años de vida al servicio de la radiodifusión del país.

| Nota del editor *

Si usted tiene algo para decir sobre esta publicación, escriba un correo a: radio@uniminuto.edu

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