Por: Camila Ramírez
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es de origen neurobiológico; es decir que afecta directamente el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso. Este puede incidir en la interacción social, provocar comportamientos e intereses restrictivos o repetitivos lo cual se refiere particularmente a aquellas situaciones en las que una persona suele repetir palabras o frases y generar intereses inusuales con un alto interés por su desempeño en las mismas.
Sin embargo, el autismo no es una enfermedad. Según el docente investigador en Psicología Alejandro Bejarano Gómez, de la Universidad Nacional, “desde el punto de vista de la medicina y los enfoques biomédicos se habla del autismo como un conjunto de alteraciones o modificaciones, que tiene el desarrollo típico de la persona. Es algo que acompaña toda la vida, pero no se trata de una enfermedad”.
Ahora bien, cada persona es diferente y puede presentar dichas afectaciones a mayor o menor nivel. El investigador Bejarano explica que la discusión terminológica concluye denominarlo como Trastorno del Espectro Autista (TEA), porque se trata de una gama de posibilidades que oscilan en términos de funcionalidad y dependencia de la persona:
¿Cuáles son los mitos más frecuentes de el trastorno del espectro autista?
- “Se aíslan y no quieren participar”
Error. Las personas con TEA disfrutan de las relaciones sociales cuando estas se adaptan al ritmo, intensidad y anticipación que ellos necesitan, es por ello que es importante informarse y conocer qué situaciones pueden llegar a afectar a cada persona, es decir, cuáles son sus picos de estrés.
- “Todos son genios y muestran algún tipo de habilidad especial destacada”
Error. Ninguna de las conductas está médica y psicológicamente estandarizada en la población autista. Solo un porcentaje pequeño muestra habilidades excepcionales para algunas cuestiones como la música, el cálculo, etc…
- “Las personas con autismo son agresivas”
Error. Aún cuando las personas con TEA ppueden mostrar altos niveles de ansiedad provocados por contextos complejos o caóticos. Esto se debe a causa de la falta de adaptación que suelen tener los entornos cotidianos en los que se desarrolla el diario vivir de una población global, diversa.
Conmemoración del TEA como “un feliz viaje por la vida”
En razón a este amplio espectro, a partir del 2007, desde la Asamblea General de la ONU se designó el 2 de abril como Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, como una celebración que permita sensibilizar al mundo entero sobre el autismo. Después de años de su implementación, también ha logrado convertirse en un escenario de aceptación y aprecio por las personas con autismo, al reconocer su contribución en la sociedad.
En este 2024, la celebración gira entorno al lema “Un feliz viaje por la vida”, que tiene como objetivo la sensibilización y concienciación sobre el trastorno del espectro del autismo (TEA), con el fin de priorizar el derecho de las personas con autismo y sus familias a disfrutar de una vida feliz, desde tres aspectos esenciales:
- Variabilidad que existe dentro del espectro.
- Reconocimiento social del autismo, reclamando aceptación, tolerancia y respeto, huyendo de los mitos y estigmas que hasta la fecha existen.
- Sentido de pertenencia que reclama y reivindica una buena parte del propio colectivo.
Finalmente, una cifra que demuestra los motivos que alientan la exigencia de estos tres puntos particulares es la dificultad que presentan las personas a la hora de conseguir un empleo. Pues se asegura que entre el 70 y 90% de las personas adultas están desempleadas y no desarrollan ninguna actividad productiva o laboral. Esto también se ve reforzado de acuerdo con el docente investigador Bejarano Gómez, quien afirma que, con los datos del 2023, se estima que alrededor del 50% de las personas con diagnóstico de autismo tienen también un diagnóstico de discapacidad intelectual y esto puede contribuir a no ser contratadas laboralmente.
Si deseas conocer más sobre el tema, te invitamos a ver la serie Atypical en Netflix, donde se desmienten mitos desde la vida de Sam, un adolescente con autismo con interés desmedido por los pingüinos.
Para más información de Rizoma:
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