En la emisión radiofónica el Puente liderado por el proyecto MARFIL, dialogamos con Cristian Carvajal, músico percusionista, graduado en la Universidad Central, quien nos comparte su experiencia y vivencia con la música, y cómo a partir de ella podemos dialogar filosóficamente. En la conducción del programa contamos con la ayuda de Alisson Ordúz, bajo la dirección de la profesora Merceditas del Pilar Beltrán Flétscher.
Reflexionando sobre el tema del día, Cristian Carvajal nos comparte toda su vivencia con la música. Considera que ésta potencia y estimula en los seres humanos la capacidad crítica y de reflexión, a partir de un verdadero análisis de escucha y contextualización, esto debido a que el sentido de la música varía de acuerdo al contexto.
Expresa desde su propia vivencia, que la música es un agente que transforma y une a partir de propósitos en común. Pone en conversación su experiencia como profesor de música de jóvenes en la academia “Taller de música”, donde ha confrontado la música con el arte de enseñar. Considera que como profesor tiene una gran responsabilidad para que cada uno de sus estudiantes aprenda, no solo a tocar un instrumento en específico, sino, saberlo interpretar.
Su experiencia le ha permitido observar, cómo cada estudiante tiene una manera diferente de aprender y de ver la música, es por ello, que utiliza diferentes métodos que faciliten el aprendizaje en cada individuo, y lo más importante, que la música los lleve a una vivencia de transformación, reflexión y diálogo al sumergirse en los diferentes escenarios.
Por otro lado, encontramos que, desde las más antiguas culturas aparece la música con un alto grado de complejidad. Esta se observa como una práctica cargada de valor en la vida de los seres humanos y que ocupa un lugar muy importante en nuestra cultura artística. Sin embargo, la música no solo es arte, es también un saber físico con un lenguaje propio y preciso, “el material que integra la música es el sonido producido por medio del movimiento físico en forma de vibración. Así pues, la música puede definirse como el arte del sonido” Gómez, R. 2010. PP. 5. Por consiguiente, la música es el arte que da sentido y se revela por un cuerpo o instrumento que vibra con una frecuencia regular, tanto en longitud como en amplitud.
La música también puede ser considerada como aquel arte cuyo fin es representar afectos o afecciones y provocarlos. El libro de la primera parte de Samuel capítulo 16 versículos 14 al 23 expresa cómo a partir de la música David logra suavizar la melancolía de Saúl. “Saúl ordenó: búsquenme un buen músico y tráiganmelo. Entonces uno de los cortesanos dijo: Yo conozco a un hijo de Jesé, el de Belén, que sabe tocar y es un muchacho muy valioso, buen guerrero, habla muy bien, es de buena presencia y el Señor está con él”. Sería importante el prestarle atención al relato y resaltar aquello que dijo el cortesano a Saúl, “David habla muy bien”, la música vocal es la que puede manifestar de modo diáfano esa determinación de los afectos.
Así, la música es capaz de despertar, complacer y regular el alma de los seres humanos y a la vez, de producir buenas cualidades. No obstante, esta puede llevar a un exceso de la conducta en los seres humanos, quiere decir que, así como despierta cualidades, también puede estimular las malas conductas en los hombres.
Hoy la música ocupa un lugar muy importante en nuestras sociedades, a partir de ella, se pude identificar gustos, preferencias, etc. También se puede observar, cómo la música sumergida en la cultura, crea identidades (grupos sociales, ideologías, tipos de conductas, etc.). Esto no ha sido estrictamente así siempre, solo que a partir de los cambios históricos se ha dinamizado la actividad musical, de tal manera que responda a dichos cambios.
Conduce Alisson Ordúz, bajo la dirección de la profesora Merceditas del Pilar Beltrán Flétscher.
- Gómez, R. 2010. Filosofía De La Música en la antigua Grecia. Universidad De Cartagena. Cartagena De Indias D. T. Y C.
- Schokel, L. 2006. La Biblia de Nuestro Pueblo. Ediciones Mensajero, S.A.U