En medio de un panorama marcado por la migración y el desplazamiento de personas, Colombia se ha convertido en un referente en la región al implementar una política pública integral para atender a los migrantes venezolanos. Con la Ley 2136 de 2021, el gobierno colombiano busca regularizar y ordenar la migración, brindando oportunidades y seguridad a quienes han encontrado en este país una nueva esperanza.
En la última década, el país ha enfrentado un creciente flujo migratorio proveniente de Venezuela, como resultado de la compleja situación política, socioeconómica y cultural que atraviesa nuestro vecino país. Ante este escenario, el estado colombiano ha buscado establecer políticas de atención y protección para los migrantes, reconociendo la importancia de su integración y contribución al desarrollo nacional.
En Medio del Trancón continuamos la conversación con Nancy Melo, funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores y compartió algunas cifras proporcionadas por Migración Colombia: actualmente hay aproximadamente 2 millones 800 mil venezolanos en el país, de los cuales 614.000 se encuentran en Bogotá. Estos números posicionan a Colombia como el principal receptor de migrantes venezolanos en Latinoamérica.
¿Qué rutas existen?
La Ley 2136, promulgada durante el gobierno del presidente Duque en 2021, representa un hito en la región al establecer una política integral migratoria. Esta ley busca regularizar la situación de los migrantes, diferenciando entre aquellos que ingresaron de manera regular y los que lo hicieron de manera irregular. Además, establece rutas de atención específicas para cada categoría de migrantes.
La población migrante regular, que ingresó al país con todos los documentos en regla, tiene la posibilidad de acceder a un Permiso de Protección Temporal (PPT), que les otorga derechos y les permite integrarse a la sociedad colombiana. Por otro lado, los migrantes pendulares, aquellos que ingresan y salen del país de forma recurrente, y los migrantes en tránsito, que solo atraviesan Colombia para dirigirse a otro destino, también son considerados en esta ley, buscando brindarles una atención adecuada y segura.
Sin embargo, existe una preocupación por aquellos migrantes que aún no han regularizado su situación en el país. Aunque se implementaron procesos de regularización previos, como el Permiso Especial de Permanencia (PEP), muchos migrantes venezolanos no pudieron completar los trámites requeridos antes de la fecha límite, que fue el 30 de abril de este año.
“Hay que estar pendientes de la próxima jornada”
Ante esta situación, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Migración Colombia están realizando esfuerzos para ofrecer una nueva oportunidad de regularización a aquellos migrantes venezolanos que no lograron completar los trámites a tiempo. Se está planeando una nueva jornada de registro y regularización en lo que resta del año, y se insta a los migrantes a estar atentos a los canales oficiales de comunicación para conocer las fechas y requisitos necesarios.
El gobierno colombiano reconoce la importancia de la regularización migratoria no solo para brindar seguridad y protección a los migrantes, sino también para aprovechar su potencial y contribución al desarrollo del país. La integración de los migrantes venezolanos en la sociedad colombiana es un proceso que involucra a diferentes actores, desde el gobierno hasta la sociedad civil, y requiere de esfuerzos conjuntos para generar oportunidades de empleo, educación y acceso a servicios básicos.
Retos
Colombia se encuentra en una encrucijada histórica, en la que la migración se presenta como un desafío y una oportunidad. La atención y regularización de los migrantes venezolanos refleja el compromiso del país con la solidaridad, la inclusión y el respeto a los derechos humanos. En un contexto regional complejo, Colombia se erige como un ejemplo de buenas prácticas en la gestión de la migración y el fomento de la integración de las personas que buscan un mejor futuro.
La regularización de los migrantes venezolanos es un paso fundamental para garantizar su bienestar y seguridad, así como para aprovechar su potencial y talento. Colombia, con su política integral migratoria, demuestra que es posible construir un camino hacia la inclusión y la convivencia en medio de la diversidad.
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