La Inteligencia Artificial y su influencia en la comunicación escrita

Por: Tatiana Carrillo

Actualmente la inteligencia artificial (IA) ha tenido gran impacto en la escritura académica, literaria y en procesos de redacción, investigación y edición de documentos. Esta tecnología hace uso de algoritmos con grandes cantidades de información para redactar todo tipo de texto que se le solicite.

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Según Stiven Vigoya, ingeniero mecatrónico, la IA ha traído beneficios al ser humano, como lo pueden ser la ayuda a los escritores para crear contenido en informes de datos, noticias o incluso ensayos. Esto es útil en situaciones donde se necesita un gran volumen de contenido.

Sin embargo, el experto también reconoce desventajas del uso excesivo de la tecnología en la escritura. En estos aspectos se encuentra la pérdida de originalidad y creatividad, que es propia de la razón humana. Aunque la IA no siempre es capaz de comprender las intenciones del escritor, puede generar dependencia excesiva, descuidando las habilidades de escritura. Esto pone en amenaza el trabajo de los escritores.

Existen herramientas de la IA enfocadas en la escritura y apoyan tanto a trabajadores, como a estudiantes y docentes, pues ayudan a detectar errores gramaticales, mejoran la coherencia e incrementan el vocabulario; lo cual permite ahorrar tiempo y esfuerzo.

Por ejemplo, el Chief Data Scientist del Instituto de Ingeniería del Conocimiento de Madrid (IIC), Álvaro Barbero, creó la herramienta NewroWriter, un cerebro artificial que puede imitar el estilo literario de toda novela sobre la que tenga datos. Este equipo ha obtenido habilidades para generar nuevos textos con un estilo similar a un texto previo.

Los hallazgos que Barbero tuvo con NewroWriter muestran hasta dónde puede llegar la IA aplicada a máquinas que aprenden. Ya que, si la tecnología puede aprender el estilo de un autor, también capturará otros detalles del lenguaje.

La revolución de los robots en la escritura académica y laboral

Se han realizado varios estudios y prácticas para ver la versatilidad de la tecnología. Así lo demostró Glenn Geher, profesor de psicología en la Universidad Estatal de Nueva York en New Paltz, en su investigación “ChatGPT, Inteligencia Artificial y el futuro de la escritura”.

El profesor le pidió en varias ocasiones al software de inteligencia artificial ChatGPT redactar textos de 200 palabras sobre cómo las tecnologías de IA afectarán la educación de escritura en el futuro. El robot realizó los textos en 20 segundos. Sin embargo, en tres ocasiones se solicitó un texto sobre el plagio, pero no hubo respuesta por parte de la IA, dando a entender que no está diseñada para abordar este tema en particular.

A raíz del ejercicio, el experto planteó situaciones que podrán ocurrir, tales como lo complicado que será detener el plagio en el futuro y que la cantidad total de escritura que harán las personas educadas en el futuro se desplomará.

Cabe resaltar que hay escritores profesionales que han hecho uso de la IA, sin encargar todo su trabajo a la tecnología, como es el caso de Gustavo Montes, escritor de literatura y periodista de Caracol Radio, quién mantiene que “La literatura debe salir de la mano, no de los datos de un sistema digital”.

El joven escritor también hace uso de la tecnología en algunas de sus funciones periodísticas como herramienta complementaria. Pues, al trabajar en redacción de un medio digital se ha buscado combinar las herramientas de inteligencia artificial, con el trabajo escrito.

“Por ejemplo, usamos una herramienta que se llama Marfeel y hace evaluación y seguimiento de artículos publicados. La herramienta te arroja un texto de análisis de tu artículo y te hace los copies más adecuados para compartir el artículo en redes sociales. Pero tiene una condición: no analiza tu texto antes de publicarlo. Debes escribir y publicar para que la herramienta de inteligencia artificial lo pueda analizar”, afirma Montes tras su experiencia.

Finalmente, se puede entender que la IA fue creada para contribuir y mejorar la calidad de los trabajos humanos, no obstante, se debe tener en cuenta que ningún tipo de tecnología debe reemplazar el pensamiento y creatividad humana.

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