Por: Juan Felipe Sosa Amaya
La ismofobia es una palabra que abarca todas las manifestaciones de “ismos” y “fobias”. Según Myriam Alba Zapata Jimenez -docente de la Facultad de Economía, Empresa y Desarrollo Sostenible de la Universidad de La Salle, en su trabajo de investigación “Ismofobia: una reflexión sobre el odio en la actualidad. Desafíos en América Latina”– conceptos como: clasismo, individualismo y egoísmo generan una desigualdad social, pero hay otros como: xenofobia, transfobia y homofobia, que provocan una discriminación a otras personas por su forma de pensar.
Este discurso de odio que se vive actulamente en el mundo se debe al contexto que la sociedad está viviendo, pues muchas minorías luchan para lograr condiciones de igualdad y equidad, donde los derechos se respeten y no se violen como pasa con la comunidad LGTBIQ+, las mujeres y personas escasos recursos.
Un ejemplo que recalca Zapata es el caso de la vicepresidente de Colombia, Francia Marquez, una activista afro colombiana y líder en la defensa de los derechos ambientales y étnicos, quien ha enfrentado discursos de odio, lo que ha generado una división en el país. El racismo, machismo, clasismo y otros tipos de “ismofobias” se han visto latentes desde que asumió este cargo tan imortante, pues por ser mujer, afrocolombiana y de clase baja, recibe discriminación.
Si bien se convive en un entorno que intensifica la aversión hacia aquellas personas que se ven incapaces de contribuir de un modo considerable a los estándares establecidos en la sociedad, este pensamiento debería tener un cambio.
Según Liliana Patricia Pico Pinzon, psicóloga egresada de la Corporación Universitaria Iberoamericana: “Un comportamiento de discriminación hacia otra persona depende mucho del contexto en donde esta convive, pues la realidad y percepción de las personas son distintas debido a su entorno. Es común generar un discurso de odio hacia los demás cuando estos no comparten religión, clase social, o ideología, y en Colombia se normaliza esta situación”.
En el país, la xenofobia es evidente, pues algunos se aprovechan de la situación socioeconómica que están atravesando los migrantes, que incluso son víctimas de acoso sexual, laboral y dscriminación por su nacionalidad; es decir, ismofobia en su máximo eplendor.
El odio y sus alcances en contra de la humanidad
El discurso es una práctica que los seres humanos utilizan para comprender una realidad en los distintos contextos sociales que viven en lo cotidiano, pero no siempre contiene un mensaje positivo para el mundo, pues el odio está presente en todas partes.
Un discurso bien elaborado y transmitido por un individuo -ya sea, político, cultural, religioso, etc- puede generar un cambio de pensamiento en diversos grupos sociales. Pero el ser humano no tiene la capacidad de aceptar que no todos comparten las mismas ideas y, en consecuencia, se genera un discurso de odio hacia los demás.
En la historia han existido grandes personajes que utilizaron el discurso para conseguir metas y objetivos, pero el más efectivo fue el del odio. Un ejemplo que marcó la historia en el siglo XX fue la segunda guerra mundial, donde Adolfo Hitler generó un sentido de odio contra los judíos utilizando el racismo, la xenofobia y el miedo, pero su mayor arma fue la tortura. El odio en contra de esta población por parte de la Alemania Nazi llevó a cabo el mayor genocidio en el mundo, no sin antes ser torturados con trabajos forzados, mala alimentaciaón y escasa atención médica llevándolos hasta la muerte.
En Colombia han existido otras formas de tortura en el marco del conflicto armado y, por cuenta de ello, el secuestro yace en la Memoria de los colombianos. Por el discurso del odio de diversos grupos, empresarios, periodistas, políticos, policías y militares han vivido el secuestro a fines del siglo XX y en lo que va corrido del XXI.
“Es difícil superar esta situación, todas la experiencias que ellos afrontan día a día de olvidar el encierro, estar amarrado con cadenas, ver su salud deteriorada, es una tortura que no se olvida de la noche a la mañana, es algo que se debe tratar y aprender a vivir con esta experiencia, el secuestro es la peor tortura porque daña la salud mental”, afirma la psicóloga.
El 12 de diciembre de 1997, la Asamblea General de la ONU proclamó el 26 de junio como Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura, con el objetivo de erradicar esta practican en la humanidad diálogo y generar una tolerancia intercultural y religiosa, para contrarrestar el discurso de odio hacia los demas y no se conviertan en “ismo”.
Para más información de Rizoma:
https://www.uniminutoradio.com.co/rizoma/
