Por: Robinson Espejo
¿Son las mujeres más propensas a ser excluidas de la autoría de una investigación? ¿Qué está sucediendo detrás de escena? ¿Cuál es la razón oculta de esta brecha? Estas y otras preguntas las estudió el economista y profesor de la Universidad Northeastern, Matthew Ross, acompañado de un equipo de investigación, para demostrar qué tanta influencia tiene el género en la producción y el reconocimiento científico de las mujeres en Estados Unidos.
Este estudio —de acuerdo con los datos publicados por la revista Nature— analizó 9.778 equipos de investigación desde 2013 hasta 2016, con 128.859 integrantes, 39.426 artículos de revistas y 7.675 patentes producidas. Con este análisis, se pudo determinar el papel de cada individuo, así como su identidad, para calcular si recibió o no el crédito correspondiente en cada artículo y observar las diferencias entre hombres y mujeres.
Para determinar el género de los integrantes de cada uno de los grupos de investigación, el estudio tuvo en cuenta el nombre de cada individuo. Por esta razón, no se analizó la exclusión de los investigadores no binarios pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+, lo que supone un error en la metodología utilizada.
Uno de los aspectos más destacados en este estudio es la escasez de producción científica femenina en campos como la ingeniería, la tecnología y las matemáticas, pues además de que existe un menor porcentaje de mujeres dedicadas a estas áreas, la cantidad de investigaciones realizadas por ellas es también más baja de lo que esperaban los expertos.
Girlandrey Sandoval, historiadora y profesora de la Corporación Universitaria Minuto de Dios-UNIMINUTO, explica que “hay una creencia que dice que por la capacidad de la reproducción de la vida que tienen las mujeres, ellas están más ligadas a un estado de la naturaleza que no es precisamente el de la racionalidad, sino que es un estado de la naturaleza que se relaciona más con el sentir, las emociones, proteger y cuidar”.
Por otra parte, la exclusión de las mujeres en la autoría de algunos trabajos de investigación también está relacionada con el tiempo de dedicación. Britta Glennon, una de las autoras de este trabajo consultadas por la revista Science, explica que el estudio no pudo controlar todos los factores que intervienen en la determinación de quién merece la autoría. Por esta razón es posible que los hombres hayan trabajado más en algunas de las investigaciones analizadas.
La profesora Sandoval, especialista en género, ha realizado estudios al respecto en el caso colombiano analizando la producción académica de las mujeres en la Universidad del Valle. En los resultados que encontró, las mujeres que producían más conocimiento independientemente del área de estudio, eran quienes no estaban casadas o no tenían hijos, siendo esta una muestra de que los roles y los estereotipos de género asocian más a las mujeres con las labores del cuidado.
En una encuesta realizada por este estudio de la revista Nature a 2660 científicos sobre la asignación del crédito en las investigaciones, se determinó que la exclusión de la autoría es común y varía según el género, cerca del 43 % de las mujeres y el 38 % de los hombres informaron que habían sido excluidos de la autoría.
De acuerdo con otro de los expertos consultados por Science, Dashun Wang, profesor de la Universidad Northwestern, “Es casi como si este artículo lograra investigar la ‘materia oscura’ detrás de la desigualdad de género”. Además señala un factor crucial, aunque a menudo pasado por alto, que impulsa la desigualdad: la atribución.
En esta misma línea, otro de los aspectos analizados por la encuesta es la subestimación de los aportes, donde cerca de un 49% de las mujeres y un 39% de los hombres señalaron que otros no tuvieron en cuenta sus contribuciones.
“Uno de los impactos de los roles y de los estereotipos de género es que si a ti el género te está diciendo que no debes estar nunca en estos campos, la sociedad siempre va a cuestionar tu conocimiento, aun cuando en las ciencias exactas están los mecanismos para demostrar que lo que tú estás diciendo es verdad, por eso las mujeres en la ciencia siempre deben demostrar que lo que ellas hacen vale”, concluye Sandoval.
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