Desde el gobierno de Gerald Ford, encabezando la presidencia de Estados Unidos, se adelantaron posibles soluciones frente a situaciones que estaban ocurriendo en el continente asiático, principalmente dirigidas ante el hecho de sobrepoblación que azotaba la escasez de alimentos y consigo la vida de sus habitantes.
Desde científicos conocidos hasta influyentes y ricos con conexiones en las altas esferas del gobierno estadounidense, han fundado un movimiento con pretensiones de restringir el aumento de niños en el mundo, sobre todo en países en vía de desarrollo. Fundaciones que todavía existen en la ciudad de New York propagan el miedo de una explosión demográfica.
Con el pretexto de ayuda humanitaria y donaciones a estos países, el gobierno estadounidense habría solicitado algo a cambio, que se trataría de disminución de los niveles de reproducción en las parejas, quienes en su desespero por la búsqueda de su hijo varón, seguían dando a luz bebes del sexo femenino.
Luego de esto, habrían creado el Fondo de Población de las Naciones Unidas, agencia que comenzó a patrocinar la iniciativa de política demográfica y por la cual se llevaron a cabo experimentos con personas de Corea del Sur, quien en cabeza de Sheldon J. Segal, médico estadounidense y planificador de familia de la época, realizó experimentos con métodos anticonceptivos en personas que poco después resultaron ser los causantes de complicaciones fatales en la salud de las personas.
Otro de los factores importantes que ha traído este tipo de consecuencias es la esterilización a una cantidad aproximada de 8 millones de personas, entre ellos hombres y mujeres en condiciones vulnerables y sin ningún tipo de información, sin contar los abortos que se llevaron a cabo cuando, por medio de estudios, con ayuda de occidente, descartaban la idea de tener una hija mujer.
Tal como lo afirma el historiador Matthew Connell, dedicado a tratar este tipo de temas, y quien sacó sus propias conclusiones, “el principal objetivo con el que realizaron esto era, supuestamente, mejorar la calidad de vida de las personas y controlar el crecimiento demográfico”, lo cual hoy en día es un agravante social, y por eso se ha implementado el secuestro, la venta y el abuso de niñas y jóvenes en estos países.
Aunque algunos medios aseguran que este problema viene desde la política del gobierno chino de un solo hijo, la cual se eliminó en el año 2015, cabe aclarar que esto es más una consecuencia de las decisiones de los gobiernos occidente y los recursos que emplearon para, una vez más, seguir en la punta del Iceberg.