Avanzando el siglo XXI y en plena Cuarta Revolución Industrial, la brecha educativa en Colombia aún presenta cifras alarmantes. Según el artículo 67 de la Constitución Política de Colombia, la educación es un derecho que concierne al estado, la familia y la sociedad; un servicio público que se ha delegado a establecimientos educativos que deben contar con las condiciones idóneas para garantizar el acceso a la de educación de todos los ciudadanos.
En el estudio “Education at a Glance 2018”, se evidenció que solo el 22% de las personas en Colombia, entre 25 y 64 años tienen un título universitario, muy por debajo del promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que se sitúa en el 38%. En comparación con los datos arrojados por otros países en América Latina, este un porcentaje regular; sin embargo, a nivel nacional la meta es lograr que cualquier persona que no cuente con los recursos económicos suficientes pueda acceder desde educación básica primaria hasta técnica, tecnológica, o universitaria. Una de las estrategias para cumplir este objetivo, es el acceso a espacios educativos por medio de convenios entre las diferentes instituciones de educación que cuentan con sedes en los lugares donde la cobertura no es suficiente.
Manuela Bravo Velásquez, directora del Instituto de Formación para el Trabajo y el Desarrollo Humano – IFTDH- de la Corporación Universitaria Minuto de Dios Seccional Antioquia-Chocó, habló en La Voz de la U sobre la contribución a la comunidad desde el área que lidera, brindando oportunidades y acompañamiento para la continuidad educativa de muchos jóvenes del Valle de Aburrá. “Hay un actor principal y es el Ministerio de educación Nacional, es el que nos da la entrada a estos territorios que son de tan difícil acceso, si bien donde estamos localizados en Bello, la brecha es mucho más corta, se ven también unos temas de que las personas no pueden acceder a la educación por lo monetario. Es ahí que, a través de alianzas con el Sena, el Ministerio, y de todas las convocatorias que ellos tienen para dar formación gratis, se pueda llegar a las personas que no cuentan con recursos”.
Desde su enfoque social, UNIMINUTO busca contribuir a estos procesos de formación en las comunidades más vulnerables. Manuela Bravo explicó: “en territorios rurales estuvimos con el Ministerio de Educación Nacional desarrollando un proyecto rural de educación, llegando a través de seminarios, técnicas profesionales, técnicas laborales, al departamento del Chocó. Igualmente, nosotros en el momento estamos desarrollando un convenio que se llama convenio de ampliación de cobertura con el Sena, donde a través de formación que da el Sena, en UNIMINUTO sede Bello ofertamos programas directamente de esta institución”.
Así pues, entregar soluciones reales a una de las problemáticas más preocupantes del país, como es el acceso a la educación, hace parte de la misión UNIMINUTO, que continua con la tarea de llevar educación de calidad al alcance de todos.
En territorios rurales estuvimos con el Ministerio de Educación Nacional desarrollando un proyecto rural de educación, llegando a través de seminarios, técnicas profesionales, técnicas laborales, al departamento del Chocó…