Por CandelariaTrujillo Sánchez. Sede Soacha.
En un municipio como Soacha, donde convergen diversas problemáticas de carácter social, político, económico y cultural, es necesario destacar la labor de los héroes de la vida real: aquellos líderes sociales, personas del común que promueven el reconocimiento y la defensa de los derechos de los ciudadanos, mientras impulsan procesos de organización en la comunidad, como es el caso de Heiner Gaitán Parra.
Tiene 27 años, creció en el barrio Porvenir de la Comuna Seis del municipio. Desde su adolescencia se identifica con este territorio que según él “se funda al calor de la lucha popular, las redes de cooperación, autogestión de la comunidad y la solidaridad”, de ahí el origen de su amor por las ciencias políticas y el trabajo comunitario. Por esta razón se formó profesionalmente como Politólogo en la Universidad Nacional de Colombia, en donde a su vez es el Representante Estudiantil de Posgrados ante el Consejo Académico de la universidad pública número uno en el país. Luego, se unió con organizaciones de carácter social como: Juventud Comunista Colombiana (JUCO); El Movimiento Juvenil de Soacha y la Red Juvenil de Suacha, con el único propósito de ejercer su labor social.
Organizaciones juveniles al servicio de la paz
Respecto al Movimiento Juvenil de Soacha, Heiner Gaitán explica que se trata de un colectivo de jóvenes que por medio del pensamiento crítico cuestionan las formas jurídicas de la institucionalidad, la manera en que se configura la participación política expresada en el marco representativo de la democracia liberal, al mismo tiempo que estimulan la construcción del poder desde el trabajo comunitario, la suma de esfuerzos grupales e individuales en función de la consecución de un objetivo común.
“Por su parte, la JUCO como organización, tiene por objetivo principal asegurar los derechos para los jóvenes en el país, así como denunciar la presencia de grupos criminales en el territorio. En cuanto a la Red Juvenil de Suacha, fue la agrupación de colectivos y organizaciones que, en semejanza a la actividad del Movimiento Juvenil, buscó la solidez y unificación de la comunidad mediante un tejido de identidad social”, expone Gaitán Parra.
El paso de Heiner Garzón por estas asociaciones no ha sido en vano. Gracias a sus experiencias se convirtió en un líder íntegro, responsable, con visión y una voz que se escucha en la arena pública, puesto que su labor social trasciende al trabajo de una década, tiempo en que ha estado vinculado a procesos de organización social en el municipio de Soacha, “donde el discurso alternativo, la agenda pública y el reconocimiento de las diferencias juegan un papel fundamental al momento de concebir la política como una herramienta al servicio del cambio social y la paz como un proyecto de sociedad”, afirma.
El sentido del liderazgo social
De acuerdo con este joven politólogo, la imagen del líder social debe desligarse del sujeto revolucionario o idealista de izquierda, considerando que su labor se encauza en primera instancia en el respeto por los Derechos Humanos, seguido por la resolución de problemáticas que atañen a todos los miembros de la sociedad, pues “de este modo se reconocen dos misiones inherentes de dicha tarea: una, seguir en la lucha para cambiar la historia del país; y, en mi caso, la otra misión y tal vez la más importante: ganar la contienda, partiendo de la organización de las comunidades, como ya se ha expresado desde el cuestionamiento de las formas de poder, el reconocimiento de las diferencias y el actuar en unidad”, reflexiona.
En ese sentido, los líderes sociales deberían ser reconocidos como héroes de la vida real, que trabajan al servicio de la comunidad, pese a los riesgos a los que están expuestos por oponerse a las injusticias, la desigualdad y el abuso de poder.
Finalmente, la lucha de Heiner Gaitán Parra consiste en avanzar en la obtención de mejores niveles de vida para la población, garantizar el respeto y protección hacia el medio ambiente y los derechos fundamentales que en esta sociedad se desatienden, puesto que, en sus palabras, “los líderes no somos actores pasivos, sino sujetos con toda la potencialidad para agendar las transformaciones necesarias que requiere la sociedad para construir una Soacha justa y democrática”.