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Fagocitadores: la alternativa a los antibióticos en Europa Oriental

Ante la resistencia de los antibióticos a algunas infecciones bacterianas, algunos están recurriendo a este peculiar y nada económico tratamiento.

El temor de muchas personas ante la aparente inefectividad de los antibióticos actuales, la ausencia de nuevos medicamentos que puedan contrarrestar las enfermedades que están surgiendo con los cambios que el planeta ha tenido y que puede acrecentarse en los tiempos venideros, ha motivado a algunas personas a recurrir a tratamientos alternativos para contrarrestar distintos males que padecen.

Uno de estos procedimientos que ha tomado fuerza en Europa Oriental está relacionado con un instrumento científico bastante particular: Bacteriofagos o fagocitadores, tambien conocidos como fagos.

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¿Qué son los fagocitadores?

Los fagos son virus que se consumen por vía oral y una vez en el organismo, atacan las bacterias a través de la fagocitosis, absorbiéndolas hasta que la célula estalle, con lo que los fagos se dispersan y eliminan la población bacteriana.

Esta terapia ha tenido bastante acogida entre distintos pacientes de toda Europa, quienes ante la ineficacia de los actuales antibióticos y el temor adquirido ante los biofármacos (medicamentos alterados genéticamente), han decido probar este procedimiento.

El uso de los fagos, a pesar de que se crea reciente, tiene casi una centuria de descubierta. La investigación que descubrió la funcionalidad de los fagos en el tratamiento de distintas enfermedades datan de 1923, siendo la autoridad en este tema el Instituto Georgi-Eliava en Georgia, que desarrolló este tratamiento ante la falta de antibióticos en la entonces Unión Soviética y que hoy en día realiza la mayor cantidad de intervenciones con fagos en el continente europeo.

A pesar de su efectividad en muchos casos, la adquisición de fagos ha sido limitada y costosa, dado que el uso de esta medicación alterna solo está regulado en Georgia y Bélgica, mientras que Holanda solo lo permite para caso de vital urgencia o para tratar dolores intensos. En Alemania y Francia, apenas se permite su distribución de forma experimental. Adicional, los tratamientos no están dentro del marco europeo de medicamentos regulados ni son cubiertos por los planes de salud de los países de la Unión Europea, ademas de que los médicos desconocen su funcionalidad.

Testimonios

Una paciente de fagoterapia indagada por la Deutsche Welle, dio fe de la efectividad de los bacteriofágos en el tratamiento de una extraña enfermedad que la afecta la piel. Ella tiene que viajar constantemente desde Holanda hasta Bruselas (Bélgica) para recibir el tratamiento por dos semanas y adquirir las dosis que le permitan seguir en su casa: “Estoy cien por ciento segura de que este medicamento ayudará a muchas personas”, afirmó la paciente al medio teutón.

Los defensores de este método ratifican que la resistencia a los fágos es mucho menor que a la de los antibióticos y que en muchos casos son personalizados, lo que permite que bacterias benignas como las intestinales no sean atacadas por los bacteriofágos.

A pesar de la falta de regulación sobre esta nueva generación de medicamentos por parte de la Comunidad Europea, el gobierno belga asesorado por cientificos, pacientes, medicos y farmaceuticas, han desarrollado una regluacion para el uso de los bacteriofágos como tratamiento alternativo a distitnas enfermadesdes. A pesar de este triunfo para los usuarios de esta medicación, la única institución que fabrica estos elementos en la nación de habla franco-germana es el Hospital Militar Reina Astrid de Bruselas, donde atienden a 30 pacientes con este método.

El Dr. Jean-Paul Pirnay, médico a cargo de estos procedimientos en ese centro hospitalario, insiste en que las compañías farmacéuticas también deben embarcarse en producir industrialmente los fágos con el fin de ayudar a reducir el costo actual que implica producir una sola dosis, que ronda por los 500 euros (aproximadamente 1.900.000 pesos colombianos a la tasa de conversión vigente), además de complementar la labor de los antibióticos en la erradicación de distintas enfermedades que afectan a la humanidad: “Necesitamos que las compañías farmacéuticas produzcan fagos. Un hospital no puede producir los fagos necesarios para un número de pacientes en crecimiento. Los fagos no reemplazarán a los antibióticos. Ambos se usarán juntos para que los antibióticos sean más efectivos”, afirmó el galeno.

| Nota del editor *

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